SERVIDORES DE CRISTO Y DE LOS
POBRES»
Fidelidad y profecía en
diálogo con las periferias de la pobreza
y de la nueva evangelización
XIV CAPÍTULO GENERAL
Cuaderno Personal
HIJOS DE LA DIVINA PROVIDENCIA (DON ORIONE)
TODOS EN CAPÍTULO
PARA EL BIEN DE LA CONGREGACIÓN
PRESENTACIÓN
«El Capítulo General es el principal signo de
unidad, en la diversidad, de la Congregación y un momento privilegiado de su
vida comunitaria». (Const. 138).
Nos reunimos juntos «para tratar los problemas de
mayor importancia relativos a la vida de la Pequeña Obra, para que ésta se
mantenga fiel al Evangelio y al espíritu del Fundador» (Const. 138). En estos momentos Don Orione, que permanece siempre
como “el Director” de la Pequeña Obra
de la Divina Providencia, estará sin duda con nosotros.
Vivamos este evento como un momento de gracia
ofrecido por la Divina Providencia a la Congregación, de modo que «dócil al
Espíritu Santo, responda a las necesidades de tiempos y lugares» (Const. 138). Es un paso de gran
importancia y responsabilidad porque el Capítulo recoge y elabora orientaciones
que influyen sobre el futuro de la Pequeña
Obra que, como agregaba Don Orione, “es
obra de Dios”, “de la Divina Providencia”. ¡Con qué sagrado respeto hemos
de tratar lo que se refiere a la vida de la Congregación! (cfr. 1 Cor 3, 10).
Coloquémonos espiritualmente en el modelo de
Pentecostés: reunidos con nuestros
miedos y entusiasmos, preguntas e incertidumbres, resignaciones y proyectos; en oración, confiados en Aquel en quien
hemos puesto nuestra esperanza, con María
nuestra “Madre y celeste Fundadora”,
y con Don Orione, "el
Director", en cuyo nombre nos reencontramos en el cenáculo capitular de cada comunidad, de las Provincias y de
la Congregación.
EL TEMA GENERAL
El título «Servidores
de Cristo y de los pobres» expresa bien los trazos esenciales de nuestra
identidad personal y apostólica. Está tomado de una definición dada por Don
Orione mismo[1] e indica el interés y el
objetivo central del 14º CG: la persona
del religioso orionista como tal. Se trata de una perspectiva sobre todo
“vocacional” referida a la identidad humana, espiritual y apostólica de la
persona del religioso orionista y de su vivencia
en el contexto cultural y eclesial actual.
El subtítulo reclama el indispensable dinamismo de
nuestro camino de
“fidelidad y profecía” dentro del
contexto de las “periferias de la pobreza
y de la evangelización”. ¿Qué opciones tomar para responder hoy a la
invitación del Papa Francisco y de Don Orione que nos quieren “fuera de la sacristía”, para los “desechos de la sociedad” y para “los más pobres y más abandonados”? ¿Qué
orientaciones y opciones entre obras de caridad bien organizadas y respuestas
pobres a las nuevas pobrezas? ¿Qué equilibrios entre pastoral de los cercanos y
nueva evangelización de los “lejanos”
y de “aquellos que no van a la
Iglesia"?
7 ASPECTOS DE LA VIDA DEL RELIGIOSO
En el CG14 consideraremos la persona del
religioso en 7 temas o aspectos determinantes; sobre ellos se concentrará la
reflexión y los aportes de los religiosos individualmente y de las comunidades
en la primera fase del Capítulo General.
1.
La
humanidad del religioso.
Se trata de mirar nuestra persona: salud,
aspectos psicológicos, de relación, proyectuales, etc. El Capítulo General promueve
una renovación común pero a partir de cada religioso en comunión.
2.
El
religioso vive de Dios.
“Vivir
en Cristo Jesús, vivir de Jesús, vivir por Jesús, vivir Cristo” (Don
Orione); toda la vida del religioso está orientada a Jesús y envuelta en Él.
Estamos llamados a tomar opciones para curar el enlace a las fuentes de la vida
de Dios de las que desciende luego todo: santidad, relaciones fraternas,
fecundidad vocacional, apostolado.
3.
El
religioso identificado en el carisma.
Deberemos reflexionar y actualizar los
modos para poner en el centro de nuestra vida el carisma orionista, fundamento
de nuestra fraternidad, dinamismo que nos vuelve contentos y dinámicos, en diálogo
y útiles a la Iglesia y al mundo.
4.
Las
relaciones vitales con la comunidad.
La colaboración se funda en la comunión,
sobre el «vinculum fraternitatis». Deberemos
poner atención al espíritu de familia y comprometernos en opciones hacia
relaciones fraternas simples y auténticas, hacia relaciones participativas,
para compartir la vida espiritual y apostólica.
5.
El
religioso en misión: testimonio y servicio.
El Papa Francisco recuerda a menudo que
debemos ser misioneros del Evangelio y no funcionarios de lo sagrado; nos
interrogaremos sobre cómo ser pastores del pueblo, con olor de oveja, es decir
de los pobres, de los enfermos, de las personas en dificultad y en búsqueda de
Dios.
6.
El
apostolado de la congregación don de la Iglesia.
La Iglesia nos quiere como debemos ser, orionistas, nosotros y todas nuestras
actividades. Fijaremos la atención sobre los desafíos puestos en las dos líneas
apostólicas de nuestra fidelidad orionista: la “especial fidelidad Papa” y el servicio a los “más pobres y más abandonados”, mediante las obras de caridad.
7.
Hacia
las periferias existenciales del mundo
“Queridos
hijos de Don Orione – nos ha dicho Bergoglio / Francisco - ustedes han de ir
con el carisma de fundación a las periferias
existenciales, allá donde la existencia de las personas es materia de
descarte. Allí deben ir ustedes”. Deberemos hacer opciones para ser una
“Congregación en salida” en movimiento con una “Iglesia en salida”.
LA CONTRIBUCIÓN AL CAPÍTULO GENERAL
El Capítulo es un proceso que el Espíritu
Santo inicia en el corazón de cada hermano despertando responsabilidad,
disponibilidad y recursos. Este pequeño cuaderno sirve para ayudar a ofrecer la
contribución personal y comunitaria al Capítulo.
A los religiosos a título personal y a las
comunidades locales se les pide leer la situación de vida y hacer propuestas de
renovación. Se hará también una Encuesta
personal, dirigida a los religiosos de modo personal sobre la base de un
cuestionario igual para todos, formulado y leído por un equipo de expertos para
hacer emerger algunos sentimientos, pensamientos, actitudes y orientaciones más
comunes.
Con este Cuaderno personal, se nos invita y ayuda a recoger algunos apuntes,
reflexiones y sugerencias personales, sobre todo para después confrontarlo con
los hermanos en lo que podríamos llamar Capítulo de la comunidad. Con el mismo
esquema del cuaderno será enviada una relación compartida al Capítulo
Provincial.
El Capítulo
Provincial se realizará entre noviembre y diciembre de 2015 y por tanto la
contribución de la comunidad deberá ser enviado dentro del mes de
septiembre.
SUGERENCIAS PRÁCTICAS
La contribución personal al Capítulo.
Cada religioso toma en mano el Cuaderno
personal de participación al Capítulo. Dedica un tiempo para leer y para
hacer el propio discernimiento sobre los 7 aspectos sobre los que se articula
el tema del Capítulo. Anota el fruto del propio discernimiento en el Cuaderno: esto ayuda a ser concretos y
también a un cierto orden para poder después recoger juntos los aportes de cada
uno. Será más fructuoso este trabajo de discernimiento si se realiza en el
contexto de un retiro espiritual o de igual modo en una descanso "delante
de Dios".
El
Capítulo en la comunidad (dentro de septiembre de 2015). Se programa
un tiempo - mejor si es continuado y con espacios de oración - para hacer el
Capítulo en la comunidad.
• Se
sigue el mismo esquema del Cuaderno
personal.
• Cada
uno expone y todos escuchan el resultado del discernimiento personal de cada
cual.
• Se
abre la reflexión comunitaria tratando de llegar a un consenso y a una
priorización sobre algunos puntos para presentar.
• El
encargado anota las indicaciones compartidas sobre cada aspecto y luego los
pone en orden: este será el aporte o contribución de la comunidad para enviar
al Capítulo provincial.
Nota
1. Otros aportes de
los religiosos a título personal al Capítulo pueden ser enviados
también directamente y pueden referirse: a) al tema general del Capítulo (Ficha
1), b) a otros argumentos referidos a la vida de la Provincia o de la
Congregación (Ficha 2). Estos aportes personales deberán estar redactados según
la ficha indicada para favorecer su efectiva utilización.
Nota
2. Seguir el método. Es
siempre el desafío de cada Capítulo General. Siendo tan grande la Congregación,
con naciones, situaciones, lenguas y culturas diferentes, siguiendo un método
común se evita la confusión y dispersión de los aportes de los hermanos y de
las Provincias. La contribución de los hermanos es el punto de partida
fundamental del Capítulo que es General no porque lo realizan unos pocos
representantes generales, sino porque participan todos los religiosos.
Nota
3. ¿Qué participación
de las PSMC, ISO y Laicos? ¿De qué forma pueden involucrarse en las
diversas fases del discernimiento? La respuesta la encontramos mirando en el
art. 140 de las Constituciones y adaptándolas a las situaciones locales. Sería
bueno que cada comunidad consulte a aquellos que puedan dar un buen aporte
sobre alguno de los temas que más les compete. Las propuestas para el Capítulo
deben ser decididas sólo por los religiosos.
Nota
4. Algunos subsidios. Se ha
preparado un tríptico-icono para
exponer en nuestras capillas o en la sala de comunidad, casi como un promemoria del Capítulo; una imagen con
la oración por el Capítulo para
recitar cada día; algunas fichas destinadas a reflexionar especialmente sobre
la Encíclica Evangelii Gaudium y
sobre el texto “Almas, almas” de Don
Orione del que se ha extraído el tema del 14° Capítulo General.
Por ahora tenemos lo necesario para
comenzar bien el camino. Pongámonos humildes y sencillos en la presencia del
Señor con la disponibilidad para reconocer y proponer aquello que, delante de
Él, veamos útil para el bien común.
¡Ave María y adelante hacia el Capítulo
General de 2016!
Don Flavio Peloso FDP
Superior General
1. LA
HUMANIDAD DEL RELIGIOSO
“¿Dónde estás?” (Gen 3,9)
¡Adán eres tú! Es a ti a quien Dios se
dirige preguntándote: "¿Dónde estás?", "¿Cómo estás?",
"¿Qué esperas?". "¿Estás contento con tu vida?". "¿Te
sientes realizado como persona?". El Papa Francisco nos invita a no tener
miedo “de demostrar el gozo de haber respondido a la llamada del Señor”, a no
estar tristes, “con cara larga… con cara de «pepino en vinagre»”; y nos
recuerda que “esta es la belleza de la consagración: es la alegría, la alegría”
[2]. Miremos a nuestra propia
persona: salud, aspectos psicológicos, de relación, de proyectos, etc. Miremos
a nuestra confianza y a nuestra actitud hacia el futuro[3].
La Congregación
está hecha por personas. El Capítulo General promueve una renovación común,
pero partiendo de la persona de los religiosos en comunión.
Las fragilidades forman parte de nuestra
humanidad, tocan a los religiosos, a las comunidades y a la Congregación; han
de ser asumidas con compasión espiritual y práctica, como una ocasión para
evangelizar nuestra propia vida.
ü ¿Me
siento bien en cuanto persona? Algunos indicadores: la buena conciencia de mí
mismo y de mi historia, el gozo de la consagración, la confianza en el futuro,
la capacidad de amar, la sensibilidad hacia los hermanos de comunidad y en el
apostolado, las relaciones responsables y serenas [4],
la pasión apostólica, la unificación interior en Cristo.
ü ¿Tenemos
en cuenta los dones y los límites para contar con ellos en el camino, tratando
de desarrollar los primeros y de superar los segundos?
Notas sobre la situación
Sugerencias para mejorar
2. EL RELIGIOSO VIVE DE DIOS
“Caritas Christi urget nos” (2 Cor 5,14)
Es la mirada y el contacto habitual con la
«fuente» y el «alba del primer amor» que ha llenado y alimenta hoy la vida, “a
un Tú que nos llama por nombre”[5], para ser «persona-vasija»
de Dios[6].
“Vivir
en Cristo Jesús, vivir de Jesús, vivir por Jesús, vivir Cristo” (Don
Orione); toda la vida de un religioso está orientada a Jesús y se centra en Él.
«Cuanto más te unes a Jesús, más Él se vuelve el centro de tu vida, más te hace
Él salir de ti mismo, te descentra y te abre a los otros» [7].
La consagración no es un medio para
garantizar la funcionalidad de los servicios en las obras y las instituciones
eclesiales, sino que es el contenido fundamental de la misión de los
consagrados, porque la vida religiosa es sequela
Christi e imitatio Christi; es la
“memoria viviente del modo de existir y
de actuar de Jesús como Verbo encarnado”[8];
representa, en la medida de lo posible, “la
forma de vida, que el Hijo de Dios tomó cuando vino al mundo”[9]. No somos ni mejores ni
peores que los otros, somos diferentes si vamos directamente a la fuente de la
vida: la vida de Dios, imitando a Jesús célibe, pobre y obediente por el Reino
de los Cielos.[10]
ü ¿Cómo va la vital unión a las fuentes de la
caridad de Dios de las que desciende después todo el dinamismo de Dios en
nosotros, en las relaciones fraternas, en la fecundidad vocacional, en el
apostolado, en el camino de renovación? ¿Es fuerte en nosotros el sentido de
especificidad y de belleza de nuestra vocación? ¿Qué opciones personales y
comunitarias podemos hacer?
Notas sobre la situación
Sugerencias para mejorar
3. EL RELIGIOSOS IDENTIFICADO EN EL CARISMA
“Cada uno tiene el propio don de Dios” (1Cor 7,7)
Somos “como
una familia en Jesucristo”[11] y unificados entre nosotros
por el mismo carisma que alimenta nuestra pertenencia, nuestra identidad y
nuestra misión como cristianos y religiosos. “Ser orionistas, es decir vivir el espíritu de Don Orione, es un
acto de amor a Jesús de donde viene y
a donde llega el carisma. Es también acto de amor a la Iglesia; ella misma nos pide ser «orionistas» porque el
carisma es un don para la Iglesia, la
enriquece y la embellece. Y es además acto de amor a Don Orione : «No quien dice Don Orione, Don Orione, sino
quien vive su espíritu…» es hijo, discípulo”.[12]. El carisma de la Congregación, en cuanto
valor específico del Evangelio, ha de ser continuamente puesto en el centro de
nuestra vida mediante el estudio de Don Orione y de las Constituciones. Para
vivir hoy las inspiraciones, lo que se nos pide y no simplemente repetir las
respuestas ya dadas; sólo así podremos estar hoy en diálogo y ser útiles a la
Iglesia y al mundo.
ü ¿Cómo
asumir y manifestar mejor y con más coraje nuestra identidad carismática?
ü ¿En
qué medida es fuerte el sentido de pertenencia, la identificación, el estilo
personal, comunitario y apostólico inspirados en el carisma orionista? ¿Cómo
alimentar y encarnar el espíritu de familia? ¿Cómo se manifiesta el sentido de
pertenencia a la Provincia y a la Congregación que es un indicador seguro de
vitalidad y de fecundidad vocacional?
ü Pastores
dabo vobis 31 afirma que “los sacerdotes, que pertenecen a órdenes y a
congregaciones religiosas son una riqueza espiritual para el completo
presbiterio diocesano, al que ofrecen su contribución de específicos carismas y
de ministerios cualificados”. Mi servicio y ministerio, también sacerdotal,
¿tiene la forma y la dinámica del carisma orionista?
Notas sobre la situación
Sugerencias para mejorar
4. LA RELACIÓN VITAL CON LA COMUNIDAD
“Todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gal 3,28)
En la Iglesia, las comunidades religiosas
son “casa y escuela de comunión”[13]. ¿Qué significa esto en
concreto? Antes de programar la colaboración común es necesario promover una
espiritualidad de comunión, haciéndola surgir como principio educativo en las
relaciones. “No nos hagamos ilusiones: sin este camino espiritual, de bien poco
servirían los instrumentos exteriores de la comunión. Se volverían instrumentos
sin alma, máscaras de comunión más que sus vías de expresión y de crecimiento”[14].
La comunión en la comunidad religiosa es
fruto de vocación y de relación con Dios: si
se atenúa la relación con Dios, si se rompe el «vinculum fraternitatis»,
porque nuestras comunidades, antes de ser una construcción humana , son un don
del Espíritu. “De hecho es en el amor de Dios difundido en los corazones por
medio de Espíritu en donde la comunidad religiosa tiene su origen y en ese amor
es constituida como una verdadera familia reunida en el nombre del Señor”[15].
“¿Como sabéis vosotros si sois fieles a
vuestra vocación?”, decía Don Orione. “Si una persona quiere medirse la
temperatura, la fiebre, se pone el termómetro. Tendrá que haber algún
termómetro para saber regular si somos fieles a la Santa Regla, a la santa
vocación. El termómetro lo hay: es la vida de comunidad”[16].
ü ¿Cómo
va el equilibrio entre vida comunitaria y vida apostólica? La vida fraterna es
condición y contenido del apostolado? ¿Hay alguna opción que hacer en comunidad
y en la Congregación?
ü La
unión comunitaria se alimenta con el espíritu de familia, con relaciones
fraternas simples y auténticas, con la corrección y promoción fraterna, con
relaciones participativas, con el compartir la vida espiritual y apostólica.
¿Tenemos instrumentos formativos que valorar: proyecto comunitario, lectio
divina, encuentros comunitarios, retiros…? ¿Qué otras opciones institucionales
y personales asumir para hacer mejorar la comunidad que nos haga crecer?
Notas sobre la situación
Sugerencias
para mejorar
5. EL RELIGIOSO EN MISIÓN: TESTIMONIO Y SERVICIO
“La primera
comunidad cristiana…gozaba de la simpatía de todo el pueblo y el
Señor
cada día agregaba a la comunidad a los que eran salvados” (Hch 2,42-48).
El Papa Francisco nos recuerda a menudo que
debemos ser misioneros del Evangelio y no funcionarios de lo sagrado; debemos
ser pastores de pueblo y con olor de oveja, sobre todo de los pobres, de los
enfermos, de las personas en dificultad y en busca de Dios17.
El religioso, en cuanto discípulo de Cristo y hombre de Dios, está constituido como «testigo» de la vida nueva según el
Evangelio y consecuentemente, “pastor,
profeta, animador y formador, garante del carisma” 18.
“La caridad no es para la Iglesia una
especie de actividad de asistencia social que podría incluso dejarse a otros,
sino que pertenece a su naturaleza, es expresión irrenunciable de su misma
esencia”19. De modo que la nuestra ha de ser "una acción que sabe de eternidad y de divino”.
Debemos estar ‘impregnados de la caridad
suavísima de Nuestro Señor’ mediante una vida espiritual auténtica y santa.20
ü
La vida personal,
la comunidad y la organización del apostolado ¿están alimentadas y alimentan la
autenticidad del testimonio?
ü
La dicotomía entre
autenticidad de vida y actividad caritativo-pastoral frustra la eficacia
apostólica (DCE 42). ¿Cuáles son los nuevos desafíos de nuestro apostolado
caritativo?
ü
¿Qué opciones tomar
para superar la fractura entre "espiritualidad" y
"servicio", entre "servicio" y "evangelización"?
ü
¿Cómo traducir en la
práctica la nostalgia y el deseo de relaciones más directas entre religiosos y
personas a las que estamos destinados, entre religiosos y obras, reaccionando
ante la inflación institucional y virtual de las relaciones?
17
Cfr Evangelii
gaudium, 24.
18
Cfr
XIII CG, linea de acción 20. “Los consagrados y consagradas, aún desarrollando
muchos servicios en el campo de la formación humana y del cuidado de los
pobres, en la enseñanza o en el cuidado de los enfermos, saben que el objetivo
principal de su vida es «la contemplación de la verdad divina y la constante
unión con Dios» (can. 663, § 1). El don esencial que la Iglesia espera de la
vida consagrada está mucho más en el orden del ser que del hacer” (Benedicto
XVI, Sacramentum caritatis [22 de
febrero de 2007], 81.
19
Deus
caritas est, 25. 20
El
Papa Benedicto XVI nos ha dicho a los orionistas: “Las obras de caridad, sean
como actos personales o como servicios a las personas débiles ofrecidos en
grandes instituciones, no pueden nunca reducirse a gestos filantrópicos, sino
que deben permanecer siempre como tangibles expresiones del amor providente de
Dios. Para hacer esto - recuerda Don Orione - se necesita ‘impregnarse de la caridad suavísima de Nuestro Señor’
mediante una vida espiritual auténtica y santa. Solo así es posible ‘pasar de las obras de caridad a la caridad
de las obras, porque - añade vuestro Fundador - incluso las obras, sin la caridad de Dios... de nada valen’ ”.
Notas sobre la
situación
Sugerencias para mejorar
6. EL APOSTOLADO CONGREGACIONAL DON A LA IGLESIA
“A
cada uno se le ha dado una manifestación particular del Espíritu para la utilidad común (1Cor 12,7).
“Es la Iglesia quien nos quiere como
auténticos orionistas , nosotros y
nuestras parroquias, ¡orionistas nuestras
escuelas, orionistas nuestras obras
de caridad, orionistas nuestros
laicos y nuestros jóvenes! ¡Orionistas!
Estamos para esto. El carisma es la razón y la modalidad por la que existe la
Congregación misma. Cada carisma ha sido suscitado para el bienestar de la
Iglesia: o existe "ese bien" donado por el Espíritu o no habrá
función y no habrá futuro”21. “Se
vuelve ventaja para la Iglesia misma que los institutos tengan su propia
fisonomía y su propia función” 22.
Hoy, en una cultura líquida, incierta y
fluida, que desmorona la identidad, ponemos la atención en dos líneas de nuestra
fidelidad y pertenencia orionista.
1. “Unir
al Papa para instaurare omnia in Christo es lo propio de nuestra vocación”23.
Ya Don Orione tuvo que afrontar “la
objeción, que se ha hecho y que se hará acaso en el futuro contra el instituto,
por su universalidad en el ejercicio de las obras de misericordia” y por
tanto también sobre “su singularidad
entre todos los demás institutos religiosos”. Don Orione afirma que el
instituto “tiene sólo una obra
determinada”, y ésta es “la
santificación de sus miembros, con el esparcir
en el pueblo cristiano un amor dulcísimo al S.
Padre”.24
ü ¿Cómo
vivir una “especial” y no genérica “fidelidad al Papa”? ¿Cómo converger cada
actividad de la Congregación al propósito papalino-eclesial? 2. “Nosotros
somos para los pobres, más aún para los más pobres y abandonados”, como
decía Don Orione, para “Aquellos que tienen protección de otra parte, para
ellos ya hay providencia de los hombres, nosotros
somos de la Providencia Divina”.25
ü ¿Cómo
poner en práctica en las situaciones de hoy esta particularidad carismática que
cualifica nuestra identidad y nuestra misión? ¿Cómo equilibrar las obras de
caridad de “primeros auxilios” con aquellas de “promoción humana
especializada”, las grandes instituciones caritativas y escolares con las
“nuevas respuestas, ágiles y ligeras, menos institucionalizadas”? 26.
21
F. Peloso, Vocación
y vocaciones. La pastoral juvenil-vocacional, 28 de agosto de 2007.
22
Perfectae caritatis, 2. Don Orione fijó
su carisma en el binomio “Papa – Pobres” o también “papalinidad – caridad”. El
IV voto de “especial fidelidad al Papa” de los Hijos de la Divina Providencia y
de “caridad” de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad son las
expresión canónica de las dos caras del mismo carisma.
23
Plan
y programa de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, 1903; Lettere I, 17-18. 24
Scritti 72, 185. 25
Spirito
di Don Orione I, 36; II, 71; , 107; Scritti
108, 55; F. Peloso, Circular “Quede bien
determinado que la Pequeña Obra es para los más pobres” del 24 de maya de
2010.
26
XII CG,
«Misiones»: Orientaciones, n. 7.
Notas sobre la situación
Sugerencias para mejorar
7. HACIA LAS PERIFERIAS EXISTENCIALES DEL MUNDO
“Jesús… sintió compasión, porque estaban cansados y
fatigados, como ovejas que no tienen
pastor” (Mt 9,36).
“Queridos
hijos de Don Orione, ustedes deben ir con el carisma de fundación a las periferias existenciales, allá donde la
existencia de las personas son materia de descarte. Ustedes saben que están en
este sistema que es mundano, paganizado: están aquellos que sí caben y aquellos
que sobran; los que no caben en el sistema sobran, y los que sobran son
descartados (descartables). Estas son las fronteras existenciales. allí han de
ir ustedes. ¿O tal vez quieran ir con los satisfechos, con las personas bien establecidas,
con aquellos a los que nada les falta? No, a las fronteras existenciales”[17].
ü La
invitación del Papa Francisco a “ir a las periferias existenciales” corresponde
al “fuera de la sacristía” de Don Orione; el concepto de “descartables” del
Papa es muy similar a aquel de “abandonados/ desamparados” de nuestro Fundador.
¿Qué opciones para revivir hoy el movimiento hacia “los más pobres y
abandonados”?
“Debemos ir y caminar con los tiempos y a la
cabeza de los tiempos y de los pueblos... entonces quitaremos el abismo que se
va creando entre el pueblo y Dios, entre el pueblo y la Iglesia”;[18] “debemos ser los vanguardistas de la Iglesia”[19], “ir
donde otros no van”, con “audacia apostólica”, con “espíritu de primeros auxilios”. Una
palmera no da bananas en Polonia, una vid no madura en Costa de Marfil, la
Pequeña Obra no se desarrolla en la retaguardia sino en “primera línea”.
ü ¿Somos
una Congregación “en primera línea” en relación a la pobreza, con los problemas
de la gente, de la sociedad y con el compromiso de evangelización según el
impulso de Don Orione?
ü ¿Qué
opciones tomar para modernizar en adelante la relación entre las obras
tradicionales y las nuevas pobrezas, entre la pastoral de los cercanos y la
nueva evangelización de los “alejados”,
de “aquellos que no van a la Iglesia”?
Notas sobre la
situación
Sugerencias para mejorar
Para enviar a la Secretaría
Provincial FICHA 1:
PARA OTROS APORTES SOBRE EL TEMA GENERALE
(que
no estén comprendidos en los 7 aspectos)
Apellido:_________________________ Nombre:______________________
Provincia:________________________________________________________
Nuestra situación:
Sugerencias para mejorar:
Para enviar a la Secretaría
Provincial FICHA 2:
PARA APORTES PERSONALES SOBRE
OTROS TEMAS
(que no estén comprendidos en el tema general)
Apellido:___________________________ Nombre:______________________
Provincia:______________________________________________________
Objeto (Título):
Propuesta:
Motivación:
ORACIÓN POR EL CAPÍTULO GENERAL
Padre bueno y providente, queremos llevar muy dentro de nosotros
el tesoro divino de tu Caridad que impregne todas las capas sociales, espíritus
contemplativos y activos, siervos de Cristo y de los pobres.
Jesús, Redentor nuestro,
que desde la Cruz derramas tu Divina Sangre para la salvación de
las Almas, concédenos estar encendidos de fe y caridad, de abrir mucha gente a
un mundo nuevo y divino, de plegarnos con caritativa dulzura a la comprensión
de los pequeños, de los pobres, de los humildes.
Espíritu Santo, fuego de amor, infúndenos tanto esplendor de
luz, tanta vida de amor de Dios y de los hombres que todos sintamos la llama
que arde en nuestro corazón y haga que nos encontremos con Dios y con Cristo.
Virgen María,
Madre y celestial fundadora,
mira a esta Congregación que es tuya desde el inicio; te
confiamos nuestras intenciones y los compromisos del 14° Capítulo General.
San Luis Orione, ruega por nosotros
[1] El texto de referencia más
amplio, del que se ha tomado el título, es una de las más bellas y famosas
páginas de Don Orione. Se trata de Apuntes
personales, fechados el 25 de febrero de 1939. En estos Apuntes Don Orione ha hecho una consigna
de la propia vida, de los propios ideales, del propio carisma a los discípulos.
En ellos está contenido el famoso “cántico de las Almas” y los puntos
fundamentales de la antropología orionista en sus aspectos humanos,
espirituales y apostólicos. Los Apuntes
de Don Orione se extienden en varios folios y están recogidos en Scritti 57, 103 – 104 (a-d); fueron
publicados y comentados en Sed de almas.
Una pieza de Don Orione comentada por fray Filiberto Guala, “Messaggi di Don
Orione” n.10, 1972.
[2]
Encuentro con los seminaristas, novicios
y novicias. Aula Pablo VI, Sábado, 6 de julio de 2013.
[3] "Deber y belleza de
nuestra vocación religiosa es tender a la perfección, convencidos de que eso
significa darse a Dios en serio" (Const. 14), por eso somos “los pimeros
interesados en una formación cuidada en cada etapa de la vida religiosa” (Const. 82), porque “la vida no es un
simple producto de las leyes y de la casualidad de la materia, sino que en todo
y contemporáneamente sobre todo hay una voluntad personal, hay un Espíritu que
en Jesús se ha revelado como Amor” (Spe
salvi, 5). Igualmente nuestro “amor no está nunca «concluido» ni completo;
se transforma en el curso de la vida, madura y por eso mismo permanece fiel a
si mismo (Deus caritas est, 17). “Non progredi, regredi est”.
[4] Cfr Const. 21.
[5] Lumen fidei, 8.
[6] Evangelii gaudium, 86.
[7] Rallegratevi, cfr nota 29. “Cuando falta la mirada de fe, la vida
pierde gradualmente sentido, el rostro de los hermanos se hace opaco y es
imposible descubrir el rostro de Cristo, los acontecimientos de la historia se
vuelven ambigüos cuando no privados de esperanza” (Ripartire da Cristo, 25).
[8] Vita consecrata, 20.
[9] Lumen gentium, 44.
[10] Fil 2,5; Vita consecrata, 18.
[11] Const. 59.
[12] F. Peloso, Circular Vocación y vocaciones. La pastoral
juvenil-vocacional, 28 de agosto de 2007.
[13] Juan Pablo II, Carta
apostólica Novo millennio ineunte (6
de enero de 2001), n. 43.
[14] Ibidem, 43.
[15]
Vida fraterna en comunidad, 8. “Para
presentar a la humanidad de hoy su verdadero rostro, la Iglesia tiene la
necesidad urgente de comunidades fraternas, que con su misma existencia
constituyen un aporte a la nueva evangelización, porque muestran de modo
concreto los frutos del «mandamiento nuevo»” (Vita consecrata, 45).
[16] Parola, 12 aprile 1918.
[17]
Jorge Mario Bergoglio, Videomessaggio,
Buenos Aires, 9 de novembre de 2009. “Las familias religiosas han nacido para
inspirar caminos nuevos, ofrecer recorridos innovadores o responder ágilmente a
necesidades humanas y del espíritu. Puede acontecer a la vida consagrada que
pierda su relieve, la audacia carismática y la parresía evangélica, por estar
atraída por luces extrañas a su identidad” (Scrutate
14-15).
[18] Scritti 20, 97b; Lettere
I, 251.
[19] Parola 21.3.1938; VIII, 219.
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