sábado, 15 de septiembre de 2018

ALESSANDRO FORTIS

Don Orione, los últimos sacramentos a Alessandro Fortis

padreteo
Los Santos Sacramentos “in articulo mortis” a Alessandro Fortis
Autor: FLAVIO PELOSO
Publicado en: I Sacramenti in articulo mortis ad Alessandro Fortis, “Messaggi di Don Orione”, 34/2002, n.109, p.77-87.
Don Orione, vestido como enfermero, dio los últimos sacramentos al honorable Alessandro Fortis, ya Primer Ministro del Gobierno Italiano y perteneciente de modo notorio a la masonería. El Archivo Don Orione nos permite restituir ahora los testimonios para reconstruir unos admirables sucesos humanos y espirituales.
Ya despertó sensación la divulgación de los testimonios de Don Orione en relación a la conversión de “Carducci”, publicado en los Messaggi di Don Orione. ([1]) Ahora del Archivo Don Orione sale la reconstrucción de otra historia de salvación “in articulo mortis” relacionada con el honorable Alessandro Fortis, ([2]) hombre político de gran fama, muchas veces en los vértices del Gobierno Italiano hasta llegar a ser Primer Ministro, notoriamente inscrito en la masonería.
UNA PARÁBOLA DE VIDA BRILLANTE
Alessandro Fortis nace en Forlí el 16 de septiembre de 1842. ([3]) Tuvo una educación y una adolescencia tranquilas hasta el conformismo. Estudió en el colegio “Tolomei” de Siena, llevado por los escolapios, y continuó los estudios de filosofía en el “Apollinare” de Roma. En 1859, la juvenil rebelión por la represión papal del “moto de Perugia” lo condujo a una militancia culminada en arresto y que sucesivamente lo llevó al bando del Estado Pontificio. A completar el periplo ideal del Fortis contribuyó su traslado a Pisa, para frecuentar los cursos de jurisprudencia. Allí encontró un ambiente de grandes pasiones nacionales y se rodeó de amigos como S. Sonnino, C. Parenzo y otros exponentes de la nueva Italia.
Pasó a un compromiso activo en las organizaciones estudiantiles y después militó en las filas garibaldinas tomando parte en las campañas del Trentino (1866) y del Agro romano (1867). Se inscribió en el “Partido de Acción” volviéndose en poco tiempo un líder del movimiento republicano italiano. El asesinato del primo A. Cantoni en la batalla de Mentana (3.11.1867) lo empujó a un decidido anticlericalismo. El ingreso en la masonería le dio el sostén ideal y operativo a su orientación mazziniana y republicana.
Fue elegido diputado por Forlí en 1880 y, favorito del muy presente Consejo del Gran Oriente, cercano a las posiciones de Francesco Crispi, de quien llegó a ser uno de los colaboradores más cercanos. Formó parte desde 1886 del “Partido de Acción” llegando a ser en poco tiempo uno de los exponentes del movimiento republicano italiano. Fue primero subsecretario de Interior, y también Ministro de agricultura. Por un breve período, desde marzo de 1905 a febrero de 1906, sucedió a Giolitti como Cabeza de gobierno.
LA MUERTE Y LOS FUNERALES LAICOS
Al comienzo del verano de 1909, Alessandro Fortis fue golpeado por una septicemia uricémica; después de largos meses de sufrimiento murió en Roma, el 4 de diciembre de 1909, asistido por su única hija. María.
Los periódicos ofrecieron largos reportajes de los solemnes funerales del ilustre estadista, con algún que otro lamento por su muerte sin ninguna expresión de fe cristiana a pesar de su buen fondo y del gran respeto que siempre manifestó hacia la religión.
El “Giornale d’Italia” del 5 de diciembre de 1909, por ejemplo, refería que «En estos últimos tiempos siguiendo las noticias de la gravedad de la enfermedad del honorable Fortis, varios, entre los muchos amigos prelados del ilustre señor, le escribieron cartas afectuosas, llenas de premura y cortesía, sobre todo dirigidas a preparar su espíritu hacia una reconciliación con la Iglesia y para la administración de los sacramentos. El honorable Fortis a todas ellas ha mandado responder con igual cortesía, pero sin tocar el escabroso argumento”.
“L’Osservatore Romano”, también del 5 de diciembre de 1909, después de haber dado la noticia de la muerte del ex primer ministro y después de haber ofrecido grandes elogios por sus buenas dotes, también interiores, del ilustre político, ([4]) concluía: «Fue una de esas grandes figuras que, en cuanto a virtudes naturales, tienen más que suficiente. Hablando con unos y otros, de quienes le eran más cercanos, no se tenía como cristiano pero no despreciaba las religiones. Desgraciadamente y a pesar de testigos notables que le invitaban a morir confortado por la religión, ellos no le han dejado. Se sabe de un sacerdote – con quien en vida había tenido la ocasión de hablar por asuntos de confesión, a quien tenía en gran estima y con quien tenía gran amistad. Se había acercado a su habitación deseoso de visitarle; pero cortésmente se le dijo que debido a la gravedad no era posible hacerlo pasar a la habitación del enfermo. Que Dios haya estado misericordioso con Alessandro Fortis, en la hora suprema, tal y como ha estado larguísimo en dones naturales para su alma».
“ME DABA PENA VERLO MORIR ASÍ”
Al lamento por la “muerte no confortada por la religión” expresado por estos órganos de la prensa, merece la pena abrir una puerta y escuchar a una discreta, sincera y humilde persona, Anna Grillo, ([5]) devota servidora en casa de los Fortis.
«El Ministro era bueno, gentil y caritativo con todos – refiere Anna Grillo -. Puedo decir que no se avergonzaba de decir que era cristiano. Permitía de buena gana que las personas del servicio fuésemos a la Misa los domingos. Más de una vez me dio un poco de dinero para dárselo a mi madre, diciéndome: “Dile a tu madre que rece por mí”. He estado una veintena de años en casa de los Fortis: Él era de Forlí y había querido una persona de Forlí a su servicio.
Cuando el honorable se enfermó gravemente, me daba pena verlo morir así, y quería ponerme de acuerdo con el Doctor Enrico Zandotti, que era muy religioso, y era médico del Papa, pero había tantos ojos alrededor mío y de Pietro Bedei, no nos dejaban que le hablásemos de religión. Hubiese tenido problemas y me hubiesen gritado si lo hubiera intentado. Quien hacía la guardia era el Conde Saffi Rinaldo([6]), que debía ser ciertamente masón, porque más de una vez me dijo: “¡Qué tonta eres, Anna, de no comer carne los viernes!”.
El médico Zandotti era muy religioso y venía todos los días. Fortis, que había quedado viudo después de pocos años de matrimonio, tenía una amiga, hija de un almirante: también ella era una mujer sin religión. En la última enfermedad, le ponía bajo la almohada algunas imágenes, se las quitaban todas y él les dejaba hacer… Tampoco la hija, María, tenía ninguna intención de que su papá muriese como un buen cristiano.
A los funerales yo asistí desde la ventana, en la Plaza Grazioli había una sola cabeza. Los funerales los hicieron sin cura: antes de que partiese el carro fúnebre enviaron a uno para que quitase la cruz que había sobre el carro y le pusieron una capucha roja. El honorable había sido garibaldino republicano y había sido arrestado en Villa Ruffi, después se había vuelto realista: él y Aurelio Saffi eran los jefes. El pueblo que abarrotaba la plaza, viendo esta maniobra se puso a protestar con fuertes rumores y gritos».
MURIÓ “COMO CRISTIANO”
El deseo del periódico vaticano (“Que Dios haya estado misericordioso con Alessandro Fortis”) y la pena de la fiel Anna Grillo encontraron una respuesta, con una distancia de años, en una persona que reveló cómo el gran político murió “como cristiano”, confortado por los sacramentos de la gracia de Dios. Él mismo se hizo presente, vestido de enfermero para eludir a los compañeros de la logia que vigilaban ante cualquier eventual acercamiento religioso al enfermo. Aquel sacerdote es Don Luis Orione, el beato fundador de la Pequeña Obra de la Divina Providencia.
Nos cuenta el hecho Don Luigi Orlandi, ([7]) en una memoria escrita suya y recogida de lo que había dicho a viva voz Don Orione.
«En la semana anterior de su ida a San Remo, ([8]) Don Orione me llamó a su habitación, cercana al reloj, en el Paterno, y quiso hablarme de la cristiana muerte de Carducci, que se confesó y tomó la comunión del Abad Chanoux. Entre otras cosas me dijo que, muy a menudo, se cree que los hombres de la política mueren lejos de la Iglesia y de los sacramentos, mientras que a menudo, en privado y de modo desconocido para el gran público, se han reconciliado con la Iglesia y con Dio.
«Estaba muriendo – me contó – una eminente personalidad pública, que quería un sacerdote, para poner en orden su partida hacia Dios. Tenía como médicos de cabecera al célebre Prof. Ettore Marchiafava, hermano de la mujer del doctor Riccardo Moretti de Roma, ([9]) y al doctor Enrico Zandotti. Algunos sacerdotes habían tratado de subir las escaleras del palacio de la Plaza Grazioli, en Roma, pero fueron invitados a alejarse. Aquellos dos célebres doctores tenían un amigo sacerdote, que ustedes conocen muy bien, quien – sabiendo cómo habían ido las cosas con los otros sacerdotes que habían intentado acercarse al Ministro – se quitó la sotana y se endosó una bata blanca de enfermero, o de ayudante médico. Junto a aquellos célebres médicos, pasó inadvertido delante de aquellos “tres vigilantes”, devotos del Arquitecto del universo, y con la autoridad que le venía de la compañía de las celebridades médicas, que lo presentaban como su enfermero de confianza, encargado de asistir al ilustre enfermo – aquel enfermero-cura trataba de tener alejados a los masones, que impedían que aquella alma, que deseaba ponerse en paz con Dios, pudiese hacerlo, alejando a los sacerdotes.
Aquel enfermero, un poco a la vez iba resucitando a aquella alma – mientras el cuerpo temblaba – con suma tranquilidad y gozo de la personalidad política. Y más de una vez, bajo la bata blanca llevó al político el fármaco de la inmortalidad y el antídoto de la muerte, como llamó a la Eucaristía S. Igancio Mártir. Aquel personaje murió después confortado y sereno. Cuando se hicieron los funerales se realizó una gran demostración masónica. Allí estaban los tres vigilantes y los grandes de la logia y se quiso aún quitar la cruz del carro fúnebre como un desafío al Vaticano. Un funeral sin cruz y sin cura… Pero el cura verdaderamente estuvo aunque bajo la bata blanca de enfermero, quien ahora repetía de corazón las palabras de la liturgia: “Non intres in iudicio cum famulo tuo, Domine, quia nullus apud Te iustificabitur homo. No entres en juicio contra tu siervo, oh Señor, porque el juicio de absolución ya lo ha dado tu ministro en tu nombre y fue un juicio de misericordia”. Y justo en el momento que parecía triunfar la impiedad, la fe se adjudicaba su más hermoso triunfo».
Don Orione en 1909 era Vicario general de la diócesis de Mesina. Fortis se enfermó gravemente ya al inicio del verano de aquel año. El juego de fechas nos permite pensar que fue durante alguna de las últimas ausencias de Mesina para alguna de sus visitas a Roma cuando Don Orione fue protagonista de aquellos encuentros sacerdotales, revelados por él mismo sólo mucho tiempo después.
«Le preguntamos a Don Orione – continúa Don Orlandi – cómo se llamaba el Ministro. Respondió: “En la plaza Grazioli, en Roma, hay una lápida en los muros con su nombre”.([10]) Estaba conmigo también Don Sparpaglione.
El profesor Marchiafava y el Doctor Zandotti eran también médicos personales de Papa Pio X: a él le confiaron el ansia del ministro de poder tener un sacerdote, y le refirieron al Papa las tentativas fallidas que habían sufrido algunos sacerdotes, que habían tratado de acercarse a la habitación del ministro. Pío X había tenido ya muestras de la prudencia de Don Orione en varias ocasiones. Pio X dijo a los médicos de Fortis: “Les indicaré yo un cura que encontrará un modo de pasar”. ([11]) Y Don Orione, bromeando nos decía: “Pasé bajo los bigotes de aquellos señores, que montaban guardia arriba en las escaleras que daban al apartamento de la Plaza Grazioli»”. ([12])
El testimonio de Don Domingo Sparpaglione concuerda con el de Don Orlandi; sólo se añade un particular de más: “El profesor Zandotti, tras la petición del enfermo, introdujo con las ropas propias de un enfermero a un sacerdote que asistió y confortó con los últimos sacramentos a su excelencia el Ministro y si hubo una muerte cristiana, fue la suya”.([13])
TAMBIÉN FORTIS COMO CARDUCCI
Otro testimonio igual de confiable, Don Giuseppe Zambarbieri ([14]), refiere que habiendo querido saber la verdad en relación a la “conversión de Carducci” vino a saber también lo de los sacramentos in articulo mortis del honorable Fortis.
Zambarbieri, laico aún y joven secretario de confianza de Don Orione, se había dirigido explícitamente al Fundador a propósito de la famosa prédica que hizo sobre la nave “Conte grande”, en ruta hacia Buenos Aires, en septiembre de 1934. ([15]) Había justificado la audacia de ese interés con el hecho de que era su hermano Don Ángelo (después obispo de Guastalla) ([16]) quien estaba fuertemente interesado. Apenas tuvo las deseadas noticias, escribió al hermano, con fecha 26 de enero de 1940. Reportamos la carta conservada en el Archivo Don Orione.
«No te he hecho saber ya nada sobre el asunto (la conversión de Carducci), no se me presentó la ocasión para preguntar a nuestro veneradísimo Padre. Cuando, he aquí que en el último número de la  “Rivista dei giovani” de Don Cojazzi, vuelve a propósito sobre el argumento y surge el nombre de Don Orione. He tomado la pelota al vuelo y, mostrándole el número de la revista, le he propuesto tus repetidas preguntas. Don Orione ha leído con interés; y después ha dicho: «Es verdad: Carducci volvió a la fe y se confesó. Esto ocurrió precisamente en Courmayeur». Y me ha contado que una noche en la que Carducci pasó en pie, paseando arriba y abajo en su habitación: una noche muy similar a aquella famosa del “Innominato”. Por la mañana se presentó al Abad Chanoux y se confesó.
Le he preguntado si hay pruebas de veracidad. Don Orione estuvo personalmente en Courmayeur para averiguar el hecho, ([17]) pienso que haya sido enviado en misión extraordinaria. Y obtuvo del Abad la confirmación. «Por el resto – agregó – existían dos cartas del Poeta, en las que está la prueba más confortante de su retorno: «Pero la persona que las posee – concluye Don Orione, a otra pregunta mía – no creo que las quiera por ahora publicar».
Sobre la confesión de Carducci en el lecho de muerte, no es cierto lo que se escribe. ([18]) Don Orione, siempre en la famosa prédica sobre el “Conte Grande”, después de haber evocado esta bella página sobre Carducci, añadió también la confesión de un insigne hombre de estado, ocurrida en Roma, gracias a las influencias del Doctor Enrico Zandotti. Era la única persona cristiana que podía acercarse al enfermo. Pues bueno, fue el célebre Dottor Zandotti quien metió a un sacerdote con las ropas de un enfermero al lado del enfermo, que se confesó. Es fácil ver cómo de dos episodios – confundidos – se haya hecho uno sólo”.
Hasta aquí la citada carta del 26 de enero de 1940 de Don Zambarbieri que, al consignarla algunos años después, añade: «Me parece que Don Orione me llegó a decir que no convenía hablar mucho del asunto ni hacer publicidad, porque quien tenía en mano las dos cartas de Carducci, vistas y leídas por el fundador, las podría destruir, precisamente por estar en línea con los principios liberales del propio poeta y por agradar a los masones». ([19])
Siempre sobre el mismo argumento, los archivos nos dan otra preciosa confirmación. En enero de 1932, Don Orione quiso coronar el feliz acontecimiento de la inauguración del Santuario de la Virgen de la Guarda en Tortona,([20]) con una misión popular en esa ciudad. Para hablar a las señoritas y a las señoras, en el Colegio Dante Alighieri, llamó a una laica de gran capacidad y de admirable apostolado, la profesora Enrichetta Mombelli ([21]) de Casale, quien quedó impresionada con la conversación tenida por Don Orione. «A las señoritas, Don Orione mismo les hizo una demostración de cómo la confesión era acogida también por altas personalidades, de la ciencia, de la política diciendo entre otras cosas: “Cuando se pueda escribir alguna página sobre Carducci, se sabrá que antes de morir, se confesó; cuando se pueda escribir alguna página sobre la política italiana, se sabrá que el ministro Fortis (pieza gorda de la masonería), antes de morir, se confesó. A sus funerales, en medio de ese despliegue de labores y triángulos en el ataúd, por un momento estuve allí también, pero entonces era apropiado desaparecer y desaparecí”». ([22])
“ESTOY A LA PAR CON DIOS Y CON LOS HOMBRES”
A la luz de lo descubierto en las cartas del Archivo, toman nuevo y jugoso significado las palabras del honorable Fortis a su hija María, cuando ya gravemente enfermo, respondía negativamente a la acuciante carta de eclesiásticos amigos que le sugerían entrar en la “santa grey” al menos antes de la muerte. Como refería el “Giornale d’Italia” del 5 de diciembre de 1909: «Comentando una de aquellas cartas, el ilustre enfermo salió con estas palabras: “Estoy a la par con Dios y con los hombres. Tengo, hija, la conciencia tranquila. Muero tranquilo”. De hecho serenamente y tranquilamente se apagó aquella noble existencia».
En aquel momento, el honorable Alessandro Fortis tenía propiamente la “conciencia tranquila” por haberla ya confiado a la misericordia de Dios y por haber podido así “estar a la par con Dios y con los hombres”, no tanto por una orgullosa pretensión de justicia sino por la acción sacramental de la Gracia.
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[1] A. BELANO, Josué Carducci: de la rebelión a la conversión, “Messaggi di Don Orione”, 30(1998) n.98, pp. 11-41. El argumento fue retomado y comentado por GIOVANNI MARCHI, La conversión de Carducci en los escritos de Don Orione, “L’Osservatore Romano”, 26.3.1999, p.3; A. ZACCURI, Carducci, masón o convertido, “Avvenire”, 12.1.1999; D. DEL RIO, La conversión de Carducci, “Famiglia cristiana, 1999, n.4, p.10; Idem, Carducci, una nota de “Innominato”, “La Stampa”, 11.1.1999, p.15; C. CALORI, Carducci se convirtió?, “Cultura oggi”, 1999 (julio-agosto), pp. 28-35; M. AMOROSI, Tenemos las pruebas: cantaba Satanás, pero después se convirtió, “Oggi”, 2000, n.13, pp. 63-67; C. PISONI,. No creyentes de raza, “Voce del Sud”, 2000, n.18; C. MARABINI, “Así Carducci reencontró la fe”, “La Nazione”, 18.8.1999, p.19; Para Josué Carducci conversión “enmascarada”, “Il Gazzettino”, 12.1.1999, p.19.
 [2] El hecho fue reconstruido primera vez por G. VENTURELLI en Don Orione e la Piccola Opera della Divina Provvidenza. Documenti e testimonianze, vol. V (Roma, 1995), pp. 233-240.
[3] Diccionario biográfico de los Italianos, Instituto de la Enciclopedia Italiana, n.49, pp. 210-215.
[4] “Alessandro Fortis había surgido de buenas raíces, y su primera educación no fue de aquellas que empujan a aberraciones. Como adulto fue atrapado por ideales políticos, en los que la irreligiosidad era uno de los elementos de propaganda; pero él se mantenía alejado siempre en lo que pudo, del anticlericalismo pasado y mediado. No llegó nunca a odiar a nadie, por sus principios o acciones distintas y lejanas a las suyas; y las cargas públicas le acarrearon despechos y fastidios y de ellos salió siempre habiendo dado pruebas de interés y de sacrificio, pecuniario incluso. Jovial con todos, sintió fuertemente la amistad”.
 [5] ADO, G. 15. III.
[6] María se había casado con Reinaldo Saffi, hijo de Aurelio Saffi, uno de los del triunvirato protagonista de 1849, de los muchos revolucionarios de Roma que obligaron a Pío IX a refugiarse en Gaeta.
 [7] ADO, O. 8. I. Don Orlandi fue confidente en muchos casos del fundador y benemérito artífice de la recolección de memorias y documentación de la Pequeña Obra.
 [8] Don Orione partió para Sanremo el 9 de marzo de 1940 y aquí morirá tres días después, el 12 de marzo.
 [9] Ricardo Moretti, hijo de César y de Annina Marchiafava (era sobrino, por tanto, del Prof. Marchiafava) nació en Roma en 1886. Se había laureado en medicina, pero después se dedicó a estudios técnicos. Intuyó y realizó la posibilidad de pasar la telefonía sin cables. Personaje muy famoso en la escena civil italiana, fue un sincero amigo y bienhechor de Don Orione y de su Pequeña Obra; cfr. Ricardo Moretti, “La Piccola Opera della Divina Provvidenza”, 12(1961), pp. 115-118.
[10] El epígrafe de la lápida en la muralla del palacio de la Plaza Grazioli contiene las siguientes palabras: “Alessandro Fortis, forlivés, soldado con Garibaldi, diputado, ministro, jefe de gobierno, constante amigo de la libertad, fiero y elocuente defensor de los derechos nacionales, profeta de las sagradas reivindicaciones itálicas. Esta casa donde murió consigna el nombre de él y de cuantos honran las virtudes civiles. 1909”.
[11] Es verosímil que haya ocurrido en el momento, dado que Don Orione tenía amistad personal con Pío X, y al que acudía de vez en cuando para darle referencia de su quehacer en la difícil situación de Messina, después del terremoto de 1909.
 [12] Don Orlandi, el 1 de octubre de 1943, quiso ir al palacio Saffi de la Plaza Grazioli para hablar con la hija de Fortis, la condesa María, y para tener noticias sobre la muerte del papá. Ésta le dijo: “No tengo argumentos para negar ni afirmar lo que usted dice. Es cierto que la masonería hace en ocasiones sus funerales un poco como demostración, eran aquellos tiempos”; ADO, O. 943. Fue la misma María Fortis Saffi quien dio a Don Orlandi la dirección de María Grillo, sirvienta de la casa en aquellos tiempos de la muerte del papá cuyo testimonio ha sido reportado aquí.
 [13] Así en la biografía de Don Orione que en la primera edición de 1941 está junto a la abuela: Il beato Luigi Orione, IX edición, San Paolo, 1998, pp. 210-211.
 [14] ADO, fondo Zambarbieri. Don Zambarbieri estuvo al lado de Don Orione en los últimos años de su vida, después se hizo religioso y sacerdote de gran sabiduría humana y espiritual. Fue superior general de la Congregación de 1963 a 1975; cfr. Ignazio Terzi, Don Giuseppe Zambarbieri. Un’integrazione carismatica, Barbati-Orione, Seregno 1993.
 [15] En la nave estaba toda la delegación vaticana, capitaneada por el Legado pontificio, el Card. Eugenio Pacelli, que se personaba al Congreso Eucarístico internacional de Buenos Aires.
 [16] Cfr. Serafino Cavazza, Angelo Zambarbieri, arciprete di Borzonasca, vescovo di Guastalla, Ed. Don Orione, Tortona, 1972.
 [17] Sabemos que Don Orione, a finales de agosto de 1916, fue a visitar al Padre Giovanni Semeria a Courmayeur, donde se encontraba convaleciente. De Courmayeur, en los primeros de septiembre, pasó y se hospedó con los condes de Raggio, en Chamonix; cfr. A. Lanza en Don Orione negli anni del modernismo, Jaca Book, Milano, 2002, p.192. Probablemente fue esta o la siguiente visita a Cormayeur cuando Don Orione tuvo la manera de “averiguar el hecho”, hablando con el Abad Chanoux, de la conversión de Carducci. Del hecho más tarde lo refirió al obispo castrense Bartolomasi, presente en el “Conte Grande”: “En cuanto a Carducci, el hecho ocurrió en [Courmayeur] y el poeta estaba perfectamente. Pero él no se dirigió a los sacerdotes de [Courmayeur], sino, después de haber paseado toda la noche, disturbando incluso la quietud de quien lo hospedaba, y en la primera mañana subió al Pequeño S. Bernardo donde buscó al Abad [Chanoux] y con aquel hombre de gran fe y piedad y no menor ciencia, puso en orden las cosas de su alma”; autógrafo del 28.11.1937, in Scritti 67, 257.
 [18] Había quien contaba que Don Orione hubiese confesado a Carducci en el lecho de muerte.
[19] En la referida carta a Mons. Bartolomasi, Don Orione le había escrito: “Como ya le dije, por ahora no me parece prudente hablar de esto, pero mientras tanto agradezcamos al Señor; espero que se pueda a su debido tiempo, publicar una o acaso dos cartas que, de modo irrefutable, demuestren la fe y la conversión del poeta, que no esperó al momento de la muerte, como no esperó a la muerte para desautorizar o para dar a ciertas poesías suyas unas interpretaciones menos sectarias”; Scritti 67, 257.
[20] Fue inaugurado el 29 de agosto de 1931.
 [21] ADO, M. 4. Ib.
 [22] Sobre la presencia de Don Orione en los funerales de Fortis, testimoniada por Mombelli, concuerda también el ya citado Don Orlandi. El estudio de las fechas del fundador en Messina y de sus desplazamientos no nos permite fijar una para ese hecho. Se han conservado dos cartas fechadas “Messina, 4 dicembre 1909” (Scritti 10, 256 e 35, 52) y después es necesario llegar al 13 de diciembre para encontrar otra fechada desde Messina (Scritti 2, 21). Podría por tanto ser que él, enterado de la muerte del honorable Fortis, haya podido hacer una de sus “escapadas” en tren, para acompañar con el último saludo cristiano a aquella alma a la que había contribuido a reencontrarse con el Señor

sábado, 8 de septiembre de 2018

HERMENEUTICA ORIONITA

Hermenéutica
Sabemos que la hermenéutica es la metodología de la interpretación.(2) Se ha desarrollado a partir del ámbito religioso con el fin de ayudar a la interpretación correcta de los textos sagrados. Pronto asumió un significado y una aplicación más amplios, interesándose en dar significado a todo lo que es de difícil comprensión. En este sentido puede ser vista como la teoría y el arte de las reglas interpretativas. Hoy se habla comúnmente de hermenéutica jurídica y de hermenéutica artística y en otros ámbitos en los cuales se aplica la metodología de la interpretación.
La tarea de la hermenéutica no se agota en la lectura o en la definición del método interpretativo. Existen ámbitos, como el diálogo con las religiones ( Hans-Georg Gadamer ), el pensamiento político ( Jürgen Habermas ) o el lenguaje en general ( Paul Ricoeur ), que sólo se pueden entender desde el interior de un círculo hermenéutico.
En el siglo XX fue Martín Heidegger quien comenzó a separar el problema central de la hermenéutica filosófica de la interpretación de textos a la comprensión existencial: se comienza a considerar lo que el lenguaje dice, pero también lo que el mismo presupone, lo que no dice, lo que implica. La importancia del sujeto que conoce y de sus condiciones de conocimiento son muy influyentes para un buen conocimiento. Se trata de un elemento último a tener en cuenta. Por otra parte, uno de los desafíos fundamentales de la hermenéutica es el de ofrecer objetividad a la interpretación dada, independientemente de quien hace la interpretación y del contexto histórico en el que ocurre tal interpretación ( Hans-Georg Gadamer ).
Paul Ricoeur, en fin, ha observado que, en la modernidad, el conocimiento se desenvuelve entre la tensión de una voluntad de sospecha y una voluntad de escucha, y que juntas animan la hermenéutica.
Esta premisa sobre la hermenéutica nos sirve para sugerir la actitud de circunspección y de humildad con las que debemos proceder en nuestra voluntad de conocer. También cuando se trata de conocer a Don Orione. Dejo estos reclamos sobre la hermenéutica como horizonte de nuestras consideraciones, nos ayudarán a entender cómo acercarnos mejor al conocimiento de don Orione.


Hermenéutica orionista
El ámbito de la hermenéutica del que queremos hablar está restringido y es bien preciso: el objeto es Don Orione y el sujeto cognoscente el orionista. Estas reflexiones son ofrecidas, de hecho, a religiosos y laicos involucrados en la experiencia espiritual y apostólica de don Orione, por ellos reconocido, aunque con acentos distintos, como “padre”. Gadamer ilustró la dinámica cognoscitiva del “ círculo hermenéutico ” entre objeto y sujeto intérprete que crea un diálogo continuo entre la realidad del pasado, mi presente y la tradición a través de la cual el pasado ha llegado hasta mí.(3)
El estudio sobre don Orione “ como hijos” es una condición espiritual y existencial, antes que un dato sociológico de pertenencia. Tiene sus ventajas y algún riesgo, pero nuestro conocimiento no puede ser sino “como hijos”. Esforcémonos, pues, para que sea el mejor.
También los hijos -incluso fiándose del corazón que intuye- deben recurrir a las reglas simples de la hermenéutica para evitar errores, reducciones al hablar de don Orione, para no hacerle decir lo que no ha dicho, para no interpretarlo arbitrariamente y tratar de conocerlo en su realidad como persona, y sobre todo en su peculiaridad como fundador.

1.  CONOCIMIENTO ESPIRITUAL
Conocimiento “como hijos” significa conocimiento de don Orione como personas que tienen el mismo “espíritu”, el mismo “ imprinting ” interior.
Para conocer a Don Orione se necesita sobre todo disponerse a un conocimiento espiritual. Magdalena de Canosa escribe: “ El modo más seguro y por tanto más necesario para comprender a fondo un carisma no es tanto el conocimiento incluso de memoria de las Constituciones o de los escritos de los fundadores, sino el conocimiento profundo de su vida interior ”.(4)
Para conocer a don Orione no basta por tanto estudiar constituciones, escritos, documentos, etc.; su verdadero espíritu se extrae acercándose al “corazón”, a su intimidad con Dios, tan determinante e invasora de todo su pensamiento y de su acción. Tratar de llegar al “corazón” es una experiencia ardua y exaltante al conocer a un santo y al propio Fundador, en particular.

Recordemos que el carisma es ante todo un “don del Espíritu Santo”. El carisma no es tener un apostolado particular, una ideología religiosa y ni siquiera un cierto estilo o ciertas prácticas de piedad. Es también todo eso, pero no sólo eso. El carisma es un alma, un don del Espíritu que después da forma a todo: al apostolado, a las prácticas de piedad, a la formación, al gobierno, a las obras.(5)
Cuando nos acercamos a una persona, a un santo, es decir a una persona llena de Dios, nos acercamos al misterio de una conciencia y al Espíritu Santo que allí habita interiormente, nos acercamos a una persona que tiene en su relación con Dios la unificación interior, el impulso y la forma de los pensamientos, de los afectos, de las acciones, de la propia historia.
Juan Pablo II, en la homilía de la beatificación de Don Orione, ha observado justamente que es “imposible sintetizar en pocas frases la vida de aventura y a veces dramática de aquel que se definió, humilde pero sagazmente, como ‘el facchino (peón) de Dios'. Pero podemos decir que él fue ciertamente una de las personalidades más eminentes de este siglo …”.(6) El mismo Papa sin embargo afirmó después: “Es aún importante que nos preguntemos cual sea el carisma unificador , sobre el que su Obra fue construida, y que la distingue de las otras Congregaciones, surgidas en el mismo periodo histórico e igualmente dedicadas al servicio de los pobres”.(7)
Hemos de intentar siempre llegar al corazón de Don Orione y no detenernos sólo en lo que hizo o dijo, aunque también esto es útil y nos da noticias para llegar al corazón.
Don Ignacio Terzi ha repetido a menudo que “ para conocer bien a Don Orione y su carisma de fundador es necesario estudiar más su espiritualidad que su apostolado, más la intimidad que los floraciones externas ”. Es cuestión de equilibrio y no de exclusión, obviamente.
Para conocer con realismo y profundidad una dimensión de la vida de Don Orione es preciso partir siempre del “corazón” y del Espíritu que todo lo unifica.
Si quiero conocer la espiritualidad de don Orione debo ir primero al don interior (8) y no sólo a sus enseñanzas, a las prácticas de piedad... y así también para el apostolado, para el aspecto mariano, social, misionero, etc.
No podemos tomar aspectos singulares de un modo sectorial, sino ir al carisma, a las motivaciones que han animado estas elecciones y este estilo. Es en la vida interior donde el carisma se muestra en toda su pureza originaria y que después se manifiesta (y por ello se hace “localizable”) en las modalidades del hacer, del hablar, del rezar, etc.
Este episodio nos puede ayudar a comprender esta actitud. " Recuerdo una conversación o discusión tenida entre nosotros los clérigos en los últimos años de la vida del Siervo de Dios”. Es Don Giovanni Venturelli quien lo cuenta. “ Se nos había planteado la cuestión sobre cuál fuese el aspecto más profundo, lo que justificase toda la vida y la acción de nuestro Padre. Las respuestas fueron varias, poniendo la explicación del “fenómeno” Don Orione algunos en la caridad, otros en su piedad, otros en otros aspectos particulares de su personalidad; a un cierto punto intervino Don Biagio Marabotto que logró ponernos en silencio y de acuerdo diciendo: «¿Pero estáis diciendo qué es lo que explica todo en Don Orione? ¿... No es Dios? He ahí lo que es, principalmente, Don Orione: un hombre que vive de Dios...» . (9)
Hemos de evitar por tanto hacer fotografías de don Orione y decir que don Orione es esto o aquello; “ mil fotografías puestas todas juntas no dan un hombre vivo ”, decía Gabriel Marcel. Esto reafirma una vez más la importancia del conocimiento espiritual.

2.  CONOCIMIENTO HISTÓRICO
Es verdad que, tal y como hemos afirmado arriba, el santo es sobre todo un hombre de Dios. Es verdad que el Espíritu dador de vida no puede ser “fotografiado”. Pero es también cierto que el Espíritu se hace carne e historia concreta, y por ello localizable .
Las intuiciones espirituales, los carismas viven y se manifiestan ocurriendo, haciéndose historia de una persona. El contexto histórico ha hecho y hace de “reactivo” o de “líquido revelador” del don espiritual y de la interioridad de una persona.
Por tanto es importante conocer la historia de don Orione, su desarrollo, lo que ha ocurrido. No basta narrar algún que otro episodio o dictar alguna frase sacada del contexto de la vida en la que floreció. Hay que colocar nuestros hallazgos biográficos (hechos, frases, cartas, etc.) en su contexto histórico-vital bien determinado; ha de ser relativizados e integrados en el ambiente y tiempo del que formaban parte.
No puedo detener a mi Don Orione por ejemplo en 1904, el don Orione de los primeros colegios y colonias agrícolas. Cierto que esa situación particular será tenida en cuenta, pero no podemos aislar el conocimiento de la persona en un solo periodo histórico, de otro modo, obstaculizamos la posibilidad de conocer al Don Orione completo , arriesgamos de deformarlo reduciéndolo o engrandeciendo determinados aspectos de su pensamiento o de su acción.
Por tanto, si empezar desde el “corazón” es indispensable para captar una manifestación de vida de don Orione, es también cierto que el “corazón” es localizable a través de este encuentro histórico con don Orione.
Cuanto más conozcamos la vida de una persona, tanto más llegaremos a percibir lo que ha animado esa vida. El Espíritu se alcanza a través del estudio de la vida de los santos. Se necesita siempre reanudar y confrontar el carisma de don Orione con todo el camino de su vida y de su historia.
Por lo tanto, es importante un conocimiento biográfico de don Orione como biografía, (10) los acontecimientos personales, el contexto histórico, como clima de vida de la Iglesia. (11) En este conocimiento histórico es necesaria la prudencia y la humildad de no pretender explicar todo de don Orione: ¡un alma no se explica!
El historiador está siempre tentado de explicarlo todo, de encontrar causalidades, consecuencias encadenadas y explicaciones. “El error de los positivistas – observa Ludwig Wittengstein – es que no tienen nada sobre lo que callar”.(12) En las cosas de Dios y en un hombre de Dios no todo y no siempre se puede “explicar”. Las cosas de Dios acontecen . Hay sorpresas que van más allá de cualquier explicación razonable sobre el plano de las observaciones y de las leyes humanas. Y si no se tiene en cuenta el “ coeficiente de trascendencia ” – del factor “Gracia” o Vida divina o acción del Espíritu Santo – se corre el riesgo de dar explicaciones razonables, pero no ciertas. Incluso después de haber estudiado y escrito volúmenes, siempre permanece el adorar el misterio de Dios en una persona. Se necesita mucha inteligencia de fe para reconocer la Divina Providencia de Dios en la filigrana de los acontecimientos históricos.
Mucho se dice, y se ha de decir, pero, mientras se dice, es necesario también callar sobre aquello de lo que no se puede decir nada.
Mientras se argumenta, hay también que contemplar e intuir en el conjunto la presencia de Dios porque la mayor parte de las obras de Dios está en el misterio, van más allá de la comprensión, más allá de la lógica de las causas humanas. Y por ello ¿quién puede entenderlo del todo?
“¿Quién puede rastrear las cosas del cielo? ” (Sab. 9,16). Nosotros seguimos el rastro de Jesús y de Don Orione, pero ¡no pretendamos entender del todo las cosas del cielo, los caminos de Dios, sus pensamientos, que sobrepasan los nuestros!
No nos dejemos por tanto llevar por la euforia ingenua. Don Orione, aún bien estudiado históricamente, no resulta “explicado” o entendido hasta el fondo.
Por ejemplo, incluso para el historiador más atento hay sorpresas: la salida de don Orione de los salesianos, ¿cómo explicarlo? ¿O bien la página “Adiós mundo”, con aquel sucesivo salto de cualidad sobre su vida? Si, tenemos muchos elementos, pero ¡si se nos escapa lo mejor! Y ¿Cómo explicar la sorpresa del oratorio ? La fundación, a los 21 años, de un colegio ¿es sólo un suceso para florecillas? Nos quedan muchos interrogantes y cosas sobre las que callar.
De Don Orione quedan misterios e interrogantes, porque su vivencia humana y espiritual está fuertemente sellada por su relación con Dios y va más allá de aquello que pueda describirse, va más allá de cualquier definición, sorprende al análisis histórico.

3.  CONOCIMIENTO PEDAGÓGICO
He experimentado que una vía privilegiada para acercarnos a don Orione es la de conocerlo como formador . Es la vía más común para el conocimiento “como hijos”. Es una buena perspectiva para llegar al “corazón” y al carisma de Don Orione. La motivación es clara: la experiencia de Dios hecha por don Orione, el carisma, constituye también el contenido de su formación, de su pedagogía, de aquello que ha trasmitido.
¡El fundador es sobre todo formador! “Os trasmito aquello que también yo he recibido”. San Pablo se refería al “memorial eucarístico” en el caso específico, pero fue el dinamismo de toda su evangelización: trasmitir su experiencia de Jesús. También don Orione ha trasmitido, ha compartido con otros, formándoles, aquello que él había vivido y entendido de Jesús y de su misterio.
De don Orione como formador hay una documentación rica en hechos y de enseñanzas, de testimonios y de escritos varios.(13)
Este es el estudio que más se acerca a la persona de Don Orione, porque él se ha entregado y manifestado de un modo particularmente íntimo y transparente en la relación de padre a hijo, de formador a discípulo .
Don Orione era consciente de que había una estrecha continuidad entre aquello que era y aquello que trasmitía, cuando escribe a su discípulo David Sasso: “ Mis reglas vosotros no las conocéis, pero vosotros conocéis mi vida y el fin por el que trabajo: nada para mí, todo por Dios y por la Santa Iglesia Romana , y cualquier sacrificio para hacerme santo y salvar y consolar a las almas de mis hermanos. Un corazón sin fronteras porque está dilatado por la caridad de mi Dios Jesús Crucificado: yo no soy nada: todo es Jesús y la voluntad de los superiores”. (14)
Resumiendo, para una buena comprensión del carisma es necesario empezar por un conocimiento espiritual, estudiado en la historia de la vida de don Orione y verificada en su pedagogía de formador. Así se puede llegar a ese núcleo sapiencial (lo que ha entendido, gustado, amado) de su experiencia de Dios, que el Espíritu formó en don Orione y en el que él formó a sus discípulos. Este núcleo constituye la clave hermenéutica de toda su vida y de todas las profundizaciones particulares de su experiencia: apostólicas, sociales, culturales, pedagógicas, etc.
Recordemos en fin que este núcleo carismático – que los “hijos” perciben mejor- se ha hecho historia, pero no es histórico, va más allá de don Orione: vive. El carisma continúa haciéndose historia hoy, va más allá de la nacionalidad, las culturas. Propiamente porque es evangélico y “católico”(15) tiene la capacidad de encarnarse en cualquier historia y cultura; de dar forma a vocaciones diversas (religiosas, sacerdotales, laicales, contemplativas, etc.) y a las diversas y complementarias especificidades masculina y femenina (FDP y PHMdC, laicos y laicas).

4. CONDICIONES SUBJETIVAS PARA CONOCER DON ORIONE
a)  Santidad personal
Para conocer las cosas de Dios , es necesario ser de Dios .
Para nosotros, “hijos de Don Orione”, hacer un discurso científico sobre el Padre fundador, santo, significa que debemos tener en cuenta que una condición hermenéutica para comprenderlo es la santidad. Es la santidad la que nos hace “simpáticos” (en el sentido etimológico de la palabra), en sintonía con Don Orione, intuitivos. Es el Espíritu que habla a nuestro espíritu. La historia bíblica y la experiencia de los santos nos muestran que quien se acerca a Dios y a las “cosas santas”, percibe la necesidad de purificación y de santidad.(16)
Conocen más a don Orione “ como hijos” aquellos que son más santos y no necesariamente aquellos que dictan más conferencias. En efecto, el significado del carisma se vuelve comprensible de modo más claro precisamente en las personas que han sido completamente conquistadas por él y lo han realizado en la propia vida.
Los santos son los auténticos intérpretes del carisma. El Espíritu, que nos hace espirituales, es el que nos permitirá hablar del espíritu de don Orione en lugar de hablar nosotros.

b) Encarnación histórica
Otra condición hermenéutica subjetiva, es la de estudiar a Don Orione desde una condición de efectiva encarnación en la vida de la Iglesia y de la sociedad. En efecto, este don ha sido dado para la Iglesia y para la historia de los hombres.(17) Sólo en su interior se lo puede comprender plenamente. Cuanto más me encarne y participe de la vida de la Iglesia y del pueblo, de sus problemas y esperanzas, de sus caminos y necesidades, estaré más estimulado a dar nuevas respuestas, ideales y prácticas, del carisma.
El carisma conlleva a cada paso un potencial de futuro que se manifiesta sólo cuando se lo vive y sufre hasta el fondo en un mundo que cambia.
Es necesaria una verdadera encarnación histórica: los tiempos que avanzan interpelan y desarrollan la intuición del Espíritu. Es un aspecto para subrayar justamente porque el carisma está vivo, es un don en desarrollo (que no cambia) y esto acontece en la gestación de la historia. Fidelidad al carisma no significa repetición, formalismo, sino "capacidad de hacer presente en el hoy de la vida y de la misión de cada Instituto el ardor con que los Fundadores se dejaron conquistar por la fuerza inicial del Espíritu " .(18) Juan Pablo II, en Vida consagrada N° 37 y en la Carta escrita en ocasión del centenario de la Pequeña Obra de la Divina Providencia , habla de “ fidelidad creativa ”.(19)
Los tiempos, los problemas, los valores de la Iglesia , de los pueblos, de la gente – a partir de los cuales “estudiamos” a Don Orione – hacen surgir los recursos de nuestro don, las potencialidades de nuestro carisma, lo desarrollan, lo manifiestan en toda su riqueza. El estudio del pasado se elabora teniendo como base la situación de nuestro presente – inevitablemente -, así como el pasado provoca una elaboración e interpretación del presente.

5. INDICACIONES METODOLÓGICAS
a) Un previo conocimiento global
Es necesario, previamente, llegar a un conocimiento general de Don Orione ( biográfico) y a una comprensión de síntesis (“el corazón”) antes de aventurarse a decir “algo” de él, antes de profundizar cada uno de sus aspectos ideales o segmentos de historia. Es necesario llegarnos a él cuanto antes, mediante la lectura de buenas biografías y algunas selecciones de sus escritos.
 
b) Relacionar la parte con el todo
La vida y el carisma de Don Orione son un todo orgánico. Incluso si hablo de don Orione ‘maestro de los jóvenes', para comprender bien este aspecto y actividad, debo encuadrarlo dentro de su visión eclesial, la experiencia de caridad, con el telón de fondo mariano del ser cristianos.(20)
Será necesario, incluso, no dejarse desviar por algunas de las expresiones del mismo Don Orione, que enfatizan o absolutizan un aspecto, un pensamiento, etc.(21) Don Orione mismo es quien más tarde relativiza algunas de sus afirmaciones o hechos con otras palabras o escritos suyos. Sólo en el conjunto, sus expresiones adquieren un único sentido. Por lo demás, justamente porque tiene una personalidad fuertemente unificada, Don Orione se expresa totalmente en cada parte y cada parte es expresión de toda su interioridad y apostolicidad. Por ejemplo, si uno se concentra bien en el apostolado de caridad, o estudia a fondo su devoción mariana entra también en el alma de otras dimensiones de su personalidad. Don Orione está “todo” también en cada “detalle” de su vida.

c) Encuadrar su palabra escrita con su vida
Es necesario relacionar los escritos (22) (material objetivo, más fácil de encontrar y utilizar) con su vida, la historia, las experiencias, los testimonios… para evitar una lectura teórica. Se debe tener una particular atención crítica con las transcripciones de la Palabra de Don Orione. (23)
Don Orione es ciertamente un maestro, pero en el sentido de “ coepit facere et docere ”. Por lo tanto, se tendrá un adecuado conocimiento de sus enseñanzas ( docere ), si se lo comprende a la luz de aquello que ha hecho ( facere ), de las opciones concretas. Sus enunciados van insertos y comprendidos en el contexto en el cual han nacido y en toda su historia. Desde esta contextualización de los textos en el contexto de vida, sus palabras resultarán unas veces relativizadas y otras engrandecidas, pero siempre mejor comprendidas.

d) No detenerse en un conocimiento “de anécdotas”
Los episodios forman parte del más amplio escenario de la historia y la palabra de Don Orione. Por lo tanto, es en el contexto de vida ( back-ground ) donde cada uno de los hechos puede ser comprendido en plenitud, sin distorsiones ni siquiera por motivos apologéticos o morales.
Solo así se podrá evitar dar un significado demasiado absoluto, y hasta distinto, a cada uno de los eventos cuyo significado está relacionado a un contexto particular. Sólo así también se podrá notar cuáles son episodios aislados y cuáles revelan notas constantes, desarrollos, valores y comportamientos más típicos y característicos de su persona y de su obrar; cuáles hechos son fruto de circunstancias particulares y cuáles son elementos profundos de personalidad que aparecen desde el inicio al fin de su existencia.

e)  Evitar una lectura ideológica
Es necesario evitar el riesgo de hacer una lectura ideológica de don Orione, que resultaría parcial, arbitraria, subjetiva. Ésta es la actitud de quien lee a Don Orione y los orígenes buscando elementos acordes con las propias ideas, buscando una “confirmación” de juicios y decisiones ya tomados anticipadamente, quizás recurriendo a hechos marginales o a palabras dichas al pasar , sin verificar la consistencia de las mismas en relación a la totalidad de la experiencia y del carisma.
No te hagas una imagen o una idea de Dios: fue un imperativo preeliminar de la revelación de Dios a su pueblo, justamente para poder revelarse. Si uno se hace una imagen o una idea limitada de Dios se priva de la posibilidad de ulteriores revelaciones y comprensiones. Lo mismo vale para un hombre fuertemente plasmado por Dios como Don Orione, figura grande y compleja.
Inevitablemente, suele ocurrir que cada uno tiende a “hacerse una idea” de Don Orione; de Don Orione tiende a percibir aquellos aspectos que son afines al propio carácter, a los propios gustos, a los propios conocimientos, a los propios valores y también a los propios límites, a las propias actitudes. Si uno está inclinado a la pastoral con los jóvenes verá un don Orione maestro de los jóvenes, seleccionará este aspecto de la vida de don Orione, lo mismo si es un activo… o si es un contemplativo…
Es fácil reconocerse a sí mismo en don Orione, ver en él aquello que se vive. La acentuación que hacemos como hijos de algunos trazos del padre es una cosa preciosa , pero no debe llegar a ser exclusión o peor aún “ reducción ”.
Es más fácil todavía el riesgo ideológico en el conocer y hablar sobre Don Orione, porque es un santo poliédrico en sus intereses y en sus manifestaciones, “ un corazón… sin límites ”: un santo que ha dicho y hecho de todo. Si el Papa dice que “es imposible sintetizar en pocas frases” la vida y el genio de Don Orione no es porque sea confuso sino porque es complejo.
Su complejidad comporta una concreta dificultad de lectura y de comprensión unitaria, pero es necesario superar ya sea una comprensión "reductiva" (reduzco el todo a un aspecto enfatizado), ya sea una comprensión fragmentaria y desordenada de don Orione.
¡Es necesario convertirse a don Orione y no lo contrario! Nosotros debemos abrirnos a su experiencia y no reducirlo a la nuestra. Es una preocupación que se debe tener presente: ayudará a evitar ciertas afirmaciones absolutas, ciertos exclusivismos, o ciertas seguridades ingenuas y desviadas en el hablar acerca de Don Orione. Y evitará polémicas ideológicas en nombre de Don Orione.
 
f)  Confrontar la visión personal y comunitaria
Es necesario habituarse a una lectura sinóptica de Don Orione: al mismo objeto se lo mira con más ojos. Un solo ojo vería todo llano, no vería la profundidad. A Don Orione hay que acercarse juntos, confrontando con otros los propios puntos de vista, sobre todo para aferrarlo ‘con el alma' y no sólo para describirlo. Son algunas primeras observaciones de buen sentido.
Pero hay una razón teológica que se debe considerar: el carisma de fundación, por definición es “dado a la comunidad”, a través de una persona, cierto, pero es “comunitario”, en el sentido de que está destinado a ser compartido – y por lo tanto a ser comprendido – por una comunidad de discípulos. Por lo tanto, la comunidad, por connaturalidad, es el lugar hermenéutico del carisma, es la condición para su profunda comprensión.(24) Sin la interpretación viva del carisma por parte de la comunidad ésta se conforma con propagandas, comentarios, estereotipos sobre el Fundador, pero así se corre el riesgo de atrofiar el carisma.
Es un punto muy delicado para la transmisión del carisma. No se puede delegar el estudio del carisma a otros que no sean “hijos”, miembros del Instituto, discípulos. Es ciertamente útil el aporte de estudiosos externos, competentes en la reconstrucción histórica, espiritual y pastoral, pero una adecuada interpretación del Fundador y del carisma puede ser hecha sólo por quien tiene una efectiva consonancia hermenéutica, esto es, por quien es “de la familia”, vitalmente inserto, con una sintonía acogida y asimilada por ósmosis, a menudo de manera inconsciente. Sólo un Orionista puede comprender íntimamente a Don Orione, como “sólo un salesiano tiene la capacidad de comprender verdadera y profundamente a Don Bosco”.(25)
 
CONCLUSIÓN
Mirando la vastedad y diversidad de intereses, de pensamientos y de actividades de Don Orione y constatando su poliédrica personalidad, la impresión de complejidad puede desalentar la voluntad de querer conocerlo bien. Su vitalismo de valores, de acciones y relaciones puede suscitar admiración, pero también pueden hacer difícil la comprensión unitaria de Don Orione! Su formidable capacidad de adaptación, de asumir, de encarnación puede generar turbación y confusión en quien busca aferrar el “alma”.(26)
Nosotros podremos comprender a Don Orione – y ayudar a los otros a comprenderlo – si existe dentro nuestro aquella misma intuición carismática , verificada en el conocimiento complejo de Don Orione, confrontada con las Constituciones y dinámicamente actualizada en la comunidad .
Recordemos, en fin, que el carisma es una relación en el Espíritu y ha de ser comprendido y desarrollado en relación con Don Orione y , en él, con Jesús , origen de todo carisma, “como el sarmiento con la vid” (Jn. 15, 1-11).
La re-presentación del carisma del fundador no es algo sucesivo cronológicamente o históricamente separado de su persona. Recordemos que los Fundadores, gracias a la comunión de los Santos, continúan estando presentes en las Congregaciones fundadas por ellos, intercediendo por la fidelidad y el dinamismo de sus familias, inspiran a los miembros a recorrer el camino indicado. En otras palabras, Don Orione nos es contemporáneo.
En cuanto hijos , debemos vivir en comunión con nuestro Padre carismático a fin de que el carisma sea continuamente acogido y cultivado por nosotros.
En cuanto hijos, debemos estar disponibles a la acción del Espíritu del cual el carisma proviene, y gracias al cual es conservado y crece.
En cuanto hijos , debemos vivir unidos a Cristo, del cual el carisma orionista expresa un aspecto de vida y de ministerio.


NOTAS _________________________________________________________

1. Estas notas han sido presentadas por primera vez en la reunión internacional de los Gruppi Studi Orionini , en Roma - Monte Mario, 4 de marzo de 2002. Algún retoque ha sido añadido con ocasión de la lección sobre Ermeneutica orionina en la Universidad Salesiana de Roma, el 29 de octubre de 2007.
2. De ερμηνευτική [ τέχνη - arte], hermenutiké , "técnica de la interpretación", a su vez derivado del verbo griego hermeneuein , "interpretar", que hace referencia a Hermes , o bien Mercurio, el mensajero de los dioses, el que se hacía intérprete de los mensajes para consignar a los hombres.
3. Hans Georg Gadamer, Verità e metodo. Lineamenti di un'ermeneutica filosofica, Bompiani, Milano ed. 2000.
4. El tema de una seria hermenéutica del carisma de los fundadores fue promovido por el Concilio Vaticano II que, en el documento Perfectae caritatis 2, ha pedido un “continuo retorno a las fuentes de cada forma de vida cristiana y al espíritu primitivo de los institutos y, al mismo tiempo, la adaptación de los institutos mismos a las cambiantes condiciones de los tiempos ”, indicándoles los principios esenciales. Sin alargarme en la bibliografía señalo sólo a Fabio Ciardi, I fondatori uomini dello Spirito. Per una teologia del carisma di fondatore (Città Nuova 1982), traducido en varias lenguas, ha sido el estudio que ha inaugurado una reflexión atenta sobre el carisma de los fundadores, y al siguiente In ascolto dello Spirito. Ermeneutica del carisma dei fondatori (Città Nuova 1996).
5. El espíritu Santo “dispone a la persona a dejarse guiar y sostenerse por Él, sea en el propio camino espiritual como en la vida de comunión y en la acción apostólica... En el carisma domina «un profundo ardor del ánimo de configurarse con Cristo, para testimoniar algún aspecto de su misterio», un aspecto específico llamado a encarnarse y desarrollarse en la más genuina tradición del instituto, según las Reglas, las Constituciones y los Estatutos; Vita consecrata 36. Justamente Perfectae Caritatis 2 motiva la fidelidad de los Institutos a su propia fisonomía con el hecho de que “ se vuelve una ventaja para la Iglesia misma ”, y por tanto pide que “fielmente se interpreten y se observen el espíritu y la finalidad propias de los Fundadores, así como las sanas tradiciones , porque todo eso constituye el patrimonio de cada Instituto". El Canon 652, §2 dice: "Los novicios deben ser (...) formados en las exigencias de la vida consagrada a Dios y a los hombres en Cristo a través de la práctica de los consejos evangélicos; configurados, en fin, en la índole y el espíritu , las finalidades y la disciplina , la historia y la vida del Instituto , y educados en el amor hacia la Iglesia y sus sagrados Pastores". "La configuración activa a Cristo se efectúa según el carisma y las reglas del Instituto al que el religioso pertenece. Cada uno tiene su propio espíritu, carácter, fin y tradiciones y es en el acuerdo con esas como el religioso crece en la unión con Cristo" ( Elementi essenziali della vita religiosa 46).
6. Homilía del 26 de octubre de 1980; L'Osservatore Romano , 27-28 octubre 1980, 1-2.
7. Carta en el 50 ° de la muerte de Don Orione. Ciudad del Vaticano. 12 de marzo de 1990; L'Osservatore Romano , 12-13 de marzo 1990, 4.
8. Encontramos interesantes confirmaciones en palabras de Don Orione hablando a sus cohermanos de “ piedad interna ”, de “ ir al alma, a la sustancia y no detenerse en las formas… ”, de “ pietà ignìta ” que no significaba sólo encendida, fervorosa, sino toda ella abrasada, consumida, fundida por el fuego del amor de Dios.
9. Testimonio de Don Giovanni Venturelli; Summarium ex processu , p. 933.
10 Para un conocimiento biográfico señalo (por orden de edición): Sparpaglione Domenico, Il Servo di Dio Don Orione , X ed., San Paolo , Cinisello Balsamo, 2004, pp.376 (es la primera biografía, escrita por un “hijo” de Don Orione, desde la vida, del conocimiento y de los sentimientos de quien estuvo al lado, acabada prácticamente ya en el momento de la muerte del santo fundador; de esta biografía con la mejor información al ser escrita y después actualizada, se encuentran sobre todo valores y tonos de fondo de la humanidad y espiritualidad de Don Orione) ; Hyde Douglas, Il bandito di Dio , Paoline, Bari 1960, pp.212 (de un inglés convertido, de perspectiva más bien personal, pero interesante; atención a algunas inexactitudes históricas); Papasogli Giorgio, Vita di Don Orione, V ed., Gribaudi, Milano 2004, pp. 566 (es sin duda la biografía de referencia más leída, escrita por un profesional de angiografías, bien documentado y seguido por el historiador y postulador Don Giovanni Pirani y por Don Ignacio Terzi; el valor añadido a la escritura narrativa biográfica de este libro son los numerosos paréntesis históricos – fruto de la pluma sobre todo de la hija del autor, Benedetta – que encuadran a Don Orione en el contexto social y eclesial); Pronzato Alessandro, Don Orione, il folle di Dio, Gribaudi, Torino 1980, pp. 368 (toca sobre todo las fibras de los sentimientos, usa imágenes y frases de estilo periodístico espiritual); Gemma Andrea, Don Orione: un cuore senza confini , II ed., Quadrivium, Isernia, 2000, pp.446 (escrita por un excelente cohermano, el obispo Andrea Gemma, con buen conocimiento y escritura elocuente, “de hijo” de Don Orione) ; Gemma Andrea, I fioretti di Don Orione, II ed., Dehoniane, Bologna 2002, pp. 216 (el género del escrito (florecillas) está dicho en el título; alcanza lo episódico con seriedad sobre todo la que concierne a los testimonios de cohermanos recogidos en la Positio del proceso de canonización). Hay también otras síntesis biográficas a las que referirse, pero éstas son las más notables, seguras y disponibles.
11. Son numerosos los estudios que tienen que ver con la acción y la relación histórico-eclesial en los que Don Orione fue protagonista. Entre las obras de profundización, véase: Autores Varios, La figura e l'opera di Don Luigi Orione ( 1872-1940), Vita e Pensiero, Milano 1994, (Atti del encuentro de estudio tenido en Milán el 22-24 de noviembre de 1990); Michele Busi, Roberto De Mattei, Antonio Lanza, Flavio Peloso, Don Orione negli anni del Modernismo , Jaka Book, Milano 2002 (la obra reconstruye este importante capítulo de la vida de Don Orione con amplia documentación de archivo, muy completa y organizada) están además las actas de dos importantes convenciones de estudio sobre Don Orione, con contribuciones de tipo interdisciplinario, histórico, pedagógico, cultural, ascético, pastoral: Autores Varios, Don Orione e il Novecento , Rubbettino, Saveria Mannelli, 2003 (Actas de la Convención en la Pontificia Universidad lateranense, 1-3 de marzo de 2002); Autores Varios, San Luigi Orione. Da Tortona al mondo: 1903-2003 , Ed. Vita e Pensiero, Milano, 2004 (Actas de la Convención de estudios tenida en Tortona, 14-16 de marzo de 2003); sobre algunos capítulos particulares, pero reconstruidos con amplio respiro histórico eclesial, señalo los míos Don Orione, un vero spirito ecumenico , Dehoniane, Roma, 1997; Don Luigi Orione e Padre Pio da Pietrelcina. Nel decennio della tormenta , Jaka Book, Milano, 1999; Don Orione, Jacques Maritain y la Iglesia Argentina en los años treinta , “ Criterio”, Noviembre 2000, p.628-632; Don Orione e la Conciliazione del 1929 Fedeltà alla Chiesa e alla Patria alla prova, “Messaggi di Don Orione” 34(2002) n.107, pp.27-45; Don Orione e Buonaiuti un'amicizia discreta en la Rivista di Storia della Chiesa in Italia”, 1/2002, p.121-147 . Un precioso servicio de estudio histórico y espiritual desarrolla la revista “Messaggi di Don Orione”.
12. Sin embargo Wittgenstein afirmaba: “Sobre aquello de lo que no se puede hablar, se debe callar” y creía apasionadamente que todo lo que cuenta en la vida humana es propiamente aquello de lo que debemos callar. (P. Engelmann, Lettere di Ludwig Wittgenstein con ricordi di Paul Engelmann , La Nuova Italia , Firenze 1970, p. 70).
13. Sin duda, la obra más importante en la línea de un conocimiento pedagógico de Don Orione es AA.VV. Sui passi di Don Orione. Sussidio per la formazione al carisma , Dehoniane, Bologna 1996, pp. 328. Los testimonios más preciosos son ciertamente los que están en la Positio super vita et virtutibus de la causa de canonización (Archivo de la Postulación general, Roma). Una presentación contextualizada históricamente de la obra educativa de Luis Orione se encuentra en A. Bianchi , Don Orione, educatori ed educazione , en Don Orione e il Novecento , Atti del Convegno di Studi (Roma, 1-3 marzo 2002), Soveria Mannelli, Rubettino, 2003, pp. 199-227. Más en general sobre la figura de don Orione educador , véase G. Papàsogli , Vita di Don Orione , Milano, Gribaudi, 1994; y algunas intervenciones específicas en la revista histórica de la Congregación : N. Zanichelli – E. Magarotto, Don Orione formatore di educatori. Orientamenti pedagogici e testimonianze, «Messaggi di Don Orione» , 29 (1997) n. 95, pp.5-38; A. Lanza , San Giovanni Bosco e il Beato Luigi Orione, «Messaggi di Don Orione» , 20 (1988) n.69, pp.7-64 ; D. Mogni, La Scuola secondo Don Orione, en «Messaggi di Don Orione» , 18 (1986) n. 64, pp.3-48; Para un conocimiento de la tradición pedagógica orionista véase , C. Pensa , Brevi appunti di pedagogia , Scuola Tipografica San Giuseppe, Tortona 1945; V. P attarello , Il pensiero e l'opera di Don Orione in rapporto agli indirizzi di pedagogia nuova , Sâo Paulo, Ed. Orionópolis, 1972; L. Pangrazi , Don Orione educatore , pro manoscritto, ADO, Roma .
14. El texto es de septiembre de 1 898. Don Orione da información al aspirante David Sasso, de Basaluzzo, cuya madre quería saber dónde y con quién su hijo quería ir siendo aún poco conocida la naciente Congregación. Scritti 102, 32.
15. Católico es aquí entendido en cuanto universal . Don Orione ciertamente nació en Italia y estaba orgulloso con su "italianidad"; ¿se puede decir que ha muerto “italiano”? Si, cierto, pero no sólo. Tanto es así que hablaba de “Argentina, mi segunda patria”, de “Polonia, nación predilecta tan querida por mi”, de “Brasil, para el que lo que no he podido hacer de vivo lo haré de muerto”. Y no lo decía por captatio benevolentiae … Y Don Orione hoy – entendido como el carisma que vive en la Familia orionista - ¿se puede decir que es más italiano que argentino, o más brasileño que polaco, más español que malgache, o filipino? Seguro que no. Y esto no depende sólo del número de miembros, sino de la calidad evangélica del carisma que por la actualidad del Espíritu Santo que lo renueva, participa de la catolicidad del evangelio y de las cosas de Dios.
16. Pensemos en Moisés, en Isaías, en Jeremías, en Pedro… en Don Orione, que iba a confesarse antes de ir a la audiencia con el Papa. Algún cohermano ha dado testimonio de que antes de ir a hablar con Don Orione sentía la necesidad de ir a confesarse.
17. Un carisma nace y crece y puede también atrofiarse y morir. La vitalidad depende del dinamismo interno, de las situaciones históricas y sociales, de la capacidad de responder a los nuevos desafíos y, en particular, de la sintonía con la Iglesia , Cuerpo Místico de Cristo en crecimiento. Siendo parte de la Iglesia y entregado para su bien, cada carisma crece con ella. Y afuera de la vitalidad de la Iglesia muere.
18. Religiosos y promoción humana , n.30.
19. “ Fidelidad creativa en un mundo que cambia” : que esta orientación los guíe para caminar, como amaba repetir don Orione, « a la cabeza de los tiempos » "; Carta del 8 de marzo de 2003.
20. Schleiermacher habla del círculo hermenéutico por el cual la parte puede ser comprendida sólo a la luz del todo y el todo puede ser comprendido sólo profundizando el significado de las partes.
21. Se repiten expresiones del tipo “ toda la congregación está aquí, en…”, “toda mi vida es…”; “yo no vivo más que para… ”.
22. La lectura de los escritos de Don Orione ( un material archivado de tamaño impresionante) es un camino seguro y privilegiado para conocer a Don Orione. Una breve bibliografía: Le lettere , Postulazione della Piccola Opera della Divina Provvidenza, Roma 1969, vol. I: pp. 636, vol. II: pp.628 (volumen muy notorio que ha contribuido mucho a la divulgación de la palabra de Don Orione; los compiladores han realizado un trabajo sin dudas eficaz y también fiel en el resultado, pero los textos han padecido cortes y el agregado de otros textos sin aclarar que se ha realizado esta operación); In cammino con Don Orione. Dalle lettere , Postulazione della Piccola Opera della Divina Provvidenza, Roma 1972, pp. 338 (volumen del mismo tipo que el anterior, con una selección de textos de más vasto interés, que también agradan a laicos y eclesiásticos que no pertenecen al mundo orionista); La scelta dei poveri più poveri. Scritti spirituali , a cargo de Andrea Gemma, Città Nuova, Roma 1979, pp. 304 (una selección de breves fragmentos, con fin ascético, reunidos por temas); Lo spirito di Don Orione. Dai suoi scritti, dalla sua parola, presentato ai suoi religiosi , vol. I-IX, Piccola Opera della Divina Provvidenza, Roma 1989-1993, vol. I: pp.154, vol. II: pp.130, vol. III: pp.116, vol. IV: pp.142, vol.V: pp.132, vol. VI: pp.132, vol. VII: pp.134, vol. VIII: pp.82, vol. IX: pp.152 (aquí los fragmentos de escritos o palabras de Don Orione están reunidos y bien citados en pequeños volúmenes); Nel nome della Divina Provvidenza. Le più belle pagine , (IV ed.), Piemme, Casale Monferrato, 2004, pp. 160 (otra selección de fragmentos particularmente significativos reunidos por Don Giuseppe Zambarbieri y sucesivamente seleccionados y enriquecidos con notas de presentación); Don Orione. Intervista verità , a cargo de Flavio Peloso, II ed., Ed. San Paolo, Cinisello Balsamo, 2004, pp.142 (fin de la obra es poner en coloquio al lector y sus preguntas de hoy con las respuestas dadas por Don Orione a través de una selección de sus escritos); Meditazioni sul Vangelo. Dagli scritti e dalla parola , a cargo de Flavio Peloso, Ed. San Paolo, Cinisello Balsamo, 2004, pp.280 (textos de Don Orione que comentan el Evangelio; interesantes las dos introducciones: biográfica y ascética).
23. La Parola di Don Orione: se trata de 12 volúmenes encuadernados y de otras recopilaciones de textos, de apuntes tomados escuchando la viva voz de Don Orione; en Archivo general de Roma. Por ciertos aspectos la Parola di Don Orione es una fuente interesante ya que trae a Don Orione “ tomado en vivo” de su comunicación oral, menos medido a veces, más espontáneo, confidencial; ciertas cosas las dice hablando y no escribiendo. Por otros aspectos también es necesario tener presente los límites de tales textos. Están los límites del hablar de Don Orione: a veces no es preciso, confunde algún elemento descriptivo, fechas, recuerdos; las citaciones pueden ser aproximadas, algún discurso suyo a veces resulta menos exacto por el género de discurso: edificante, apologético, enfático. Muchos límites y deficiencias se le pueden imputar a quien, con buena voluntad pero también con mucha rapidez y en posiciones incómodas de escucha y de escritura, ha tomado los apuntes de la palabra de Don Orione en la capilla, a veces, en el estudio, estando de pie conversando. Puede ser que los transcriptores no hayan comprendido bien las palabras y no sean plenamente fieles a causa de la apurada trascripción, por lo cual se vieron forzados a escoger algunas palabras dejando de lado otras. Debemos recordar que las personas que tomaron estos apuntes son personas diversas y con distinta capacidad: clérigos, cohermanos, religiosas, laicos y también jóvenes aspirantes. Se puede decir que los textos de la Parola di Don Orione elaborados en el “Paterno” de Tortona, sobre todo en el último decenio, resultan más confiables porque el servicio de trascripción estaba organizado; colaboraban los clérigos y cohermanos más preparados y, a menudo, elaboraban el texto juntos para arribar lo más cerca posible a las palabras efectivamente dichas por Don Orione. Para quien hace un estudio crítico sobre Don Orione la Parola di Don Orione constituye una fuente de textos útiles e interesantes, pero deben ir confrontados y verificados con otras fuentes. A veces no será necesario detenerse en el puro sonido de la letra , sino buscar más bien el sentido que se le quería dar. Ciertamente estos apuntes no están tomados como ipsissima verba del Fundador y hacer una edición crítica es prácticamente imposible.
24. El sujeto que interpreta es, primero de todo, el Instituto en su conjunto, con el aporte responsable de cada miembro, y que tiene sus momentos hermenéuticos privilegiados en los Capítulos generales, en asambleas análogas, en cada una de las comunidades locales, cuándo y dónde, como hijos, somos llamados a una constante autoconciencia en vista de las opciones concretas y cotidianas de vida y de ministerio para responder siempre a nuevos desafíos. F. Ciardi dedica todo un capítulo a La comunità soggetto ermeneutico e il suo contesto interpretativo , de su In ascolto dello spirito , cit., pp.111-123.
25. Raffaele Farina, Don Bosco oggi. Note e suggerimenti metodologici , Torino 1976, p.352
26. Son providenciales y de animar las recientes experiencias obtenidas en la Pequeña Obra de la Divina Providencia para una seria hermenéutica orionista; pienso en algunos estudios y simposios sobre el carisma, como aquél que ha llevado a la elaboración de Tras los pasos de Don Orione. Subsidio para la formación al carisma ( 1996) ; pienso en la conformación de los Grupos de Estudios Orionistas en varias naciones y en alguna iniciativa de Scuola di formazione al carisma orionino como la de la Universidad Salesiana de Roma o en la Escuela de Formación Orionista de Buenos Aires. Yo mismo, alentado por Don Giuseppe Masiero, ya en 1986, preparé un esbozo de “Orionología”, o sea, un “ Progetto di studio del carisma orionino ” (en Carisma e formazione orionina . Atti del convegno dei formatori, 1986, pp. 105-112).