martes, 8 de enero de 2019

UNA UNICA GRAN FAMILIA


Papa Francisco en su carta Apostólica a todos los Consagrados (21/11/2014) en el Año de la Vida Consagrada, puso el acento en las familias carismáticas para exhortar a los consagrados, consagradas y laicos animados por un mismo carisma, a tener un fuerte compromiso compartido en el corazón del mundo. También nosotros como Familia Carismática Orionita deseamos caminar por esta senda.
Citamos las palabras del Papa:
Para los fundadores y fundadoras, absolutamente, la regla fue el Evangelio, cualquier otra norma quería ser únicamente una expresión del Evangelio y un instrumento para vivirlo en plenitud. Su ideal era Cristo, unirse a Él totalmente, hasta poder decir con Pablo: «Para mí la vida es Cristo»  (Fil 1,21) (I,1). (…)
En este Año de la Vida Consagrada es oportuno que cada familia carismática recuerde sus inicios y su desarrollo histórico para dar gracias a Dios que ha dado a la Iglesia tantos dones, que la embellecen y la preparan para toda obra buena (cf. Lumen gentium, 12). Para mantener viva la identidad y fortalecer la unidad de la familia y el sentido de pertenencia de sus miembros, es indispensable poner atención en la propia historia.
Con esta carta me dirijo, además de a las personas consagradas, a los laicos que comparten con ellas ideales, espíritu y misión. Algunos Institutos religiosos tienen una larga tradición en este sentido, otros tienen una experiencia más reciente. En efecto, alrededor de cada familia religiosa, y también de las Sociedades de vida apostólica y de los mismos Institutos seculares, existe una familia más grande : la familia carismática, que comprende varios Institutos que se reconocen en el mismo carisma, y sobre todo cristianos laicos que se sienten llamados, precisamente en su condición laical, a participar en el mismo espíritu carismático.
También los animo a ustedes, fieles laicos, a vivir este Año de la Vida Consagrada como una gracia que los puede hacer más conscientes del don recibido. Celébrenlo con toda la familia para crecer y responder a los llamados del Espíritu en la sociedad actual. En algunas ocasiones, cuando los consagrados de diversos Institutos se reúnan entre ellos este Año, procuren estar presentes también ustedes, como expresión del único don de Dios, con el fin de conocer las experiencias de otras familias carismáticas, de los otros grupos laicos y enriquézcanse y ayúdense recíprocamente”. (Papa Francisco, Carta Apostólica a todos los Consagrados, 21.11.2014, III,1).

OBJETIVO: en el día común a toda la familia orionita, encontrarse y festejar juntos al Fundador, reforzando los vínculos entre los diversos componentes o « ramas de la misma planta » y testimoniar en su ámbito la belleza del carisma al servicio de la Iglesia y del mundo.


Por qué celebrar juntos ?
1.      Nuestra realidad: Vivimos en un mundo globalizado que tiende a la comunión, pero la comunión está condizionada con frecuencia por los intereses y las necesidades centradas en el « ego ». Se corre, hay tanto para hacer, que no hay tiempo para el otro... Relaciones virtuales y superficiales prevalecen sobre aquellas reales más profundas. Esto, lamentablemente, también se nota en nuestras comunidades y grupos.
2.      Nuesto ideal : La Iglesia es el pueblo de Dios que camina junto hacia la comunión universal. Toda la humanidad está llamada a ser familia en la civilización del amor... Don Orione pensaba en la Pequeña Obra = en la familia Orionita como “una corriente de agua viva y benéfica  que se derrama en múltiples canales para irrigar y fecundar de Cristo a los estratos más pobres y olvidadados ”, o como “planta única, pero con diversas ramas que viven todas de la ùnica y misma savia, todas miran al cielo, florecientes de amor a Dios y a los hombres”.
3.       Nuestro desafío, lo necesario. Es necesario conocerse recíprocamente, encontrarse, como discípulos misioneros (FDP, PSMC, ISO, MLO) animados por el mismo carisma, que toman iniciativas, que se involucran, que se acompañan, que trabajan, dan frutos y festejan juntos (cf. Evangelii gaudium, n.24). Se propone, entonces, a cada realidad en    contrar una modalidad propia para esta fiesta como familia orionita, tratando de integrar a todos los grupos existentes.
Invitamos a las comunidades a preparar un momento de oración.
Se pueden utilizar los textos que siguen u otros similares.

Ef 4, 1-6
“Yo, «el prisionero de Cristo», les exhorto, pues, a que se muestren dignos de la vocación que han recibido. Sean humildes y amables, sean comprensivos y sopórtense unos a otros con amor. Mantengan entre ustedes lazos de paz y permanezcan unidos en el mismo espíritu: un solo cuerpo y un mismo espíritu, pues ustedes han sido llamados a una misma vocación y una misma esperanza. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está por encima de todo, lo penetra todo y está en todo.

Evangelii gaudium: Carismas al servicio de la comunión evangelizadora
130. El Espíritu Santo también enriquece a toda la Iglesia evangelizadora con distintos carismas. Son dones para renovar y edificar la Iglesia[LG 12]. No son un patrimonio cerrado, entregado a un grupo para que lo custodie; más bien son regalos del Espíritu integrados en el cuerpo eclesial, atraídos hacia el centro que es Cristo, desde donde se encauzan en un impulso evangelizador. Un signo claro de la autenticidad de un carisma es su eclesialidad, su capacidad para integrarse armónicamente en la vida del santo Pueblo fiel de Dios para el bien de todos. Una verdadera novedad suscitada por el Espíritu no necesita arrojar sombras sobre otras espiritualidades y dones para afirmarse a sí misma. En la medida en que un carisma dirija mejor su mirada al corazón del Evangelio, más eclesial será su ejercicio. En la comunión, aunque cueste, es donde un carisma se vuelve auténtico y misteriosamente fecundo. Si vive este desafío, la Iglesia puede ser un modelo para la paz en el mundo.

131. Las diferencias entre las personas y comunidades a veces son incómodas, pero el Espíritu Santo, que suscita esa diversidad, puede sacar de todo algo bueno y convertirlo en un dinamismo evangelizador que actúa por atracción. La diversidad tiene que ser siempre reconciliada con la ayuda del Espíritu Santo; sólo Él puede suscitar la diversidad, la pluralidad, la multiplicidad y, al mismo tiempo, realizar la unidad. En cambio, cuando somos nosotros los que pretendemos la diversidad y nos encerramos en nuestros particularismos, en nuestros exclusivismos, provocamos la división y, por otra parte, cuando somos nosotros quienes queremos construir la unidad con nuestros planes humanos, terminamos por imponer la uniformidad, la homologación. Esto no ayuda a la misión de la Iglesia.

Después de la lectura de los textos es conveniente tener un momento de intercambio de las experiencias del ser familia, del ser « orionitas », del trabajo juntos, y se pueden poner en evidencia las alegrìas, las dificultades, las posibililidades, peligros, esperanzas, miedos. 

Algunas preguntas que pueden favorecer dicho intercambio:
1.      Conocemos a todos los componentes de la Familia Orionita ? Qué sabemos de cada una de las ramas de esta « planta única » ?
2.      Cuál es la relación entre los diversos grupos que componen la Familia Orionita: sacerdotes, religiosos/religiosas, consagradas y laicos ?
3.      Qué podemos hacer para mejorar nuestro conocimiento y colaboración para que el carisma testimoniado en común potencie el servicio de la comunión evangelizadora ?

- El guìa del encuentro motiva a los participantes para que intercambien experiencias y los invita a formular « acciones concretas y realizales»

Ponemos en manos de Marìa «  nuestro ser famiglia ».
- Oración conclusiva: « Marìa, Estrella de la nueva evangelización, ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión, del servicio, de la fe ardiente y generosa, de la justicia y el amor a los pobres, para que la alegría del Evangelio llegue hasta los confines de la tierra y que ninguna periferia se prive de su luz.
Madre del Evangelio viviente, manantial de alegría para los pequeños, ruega por nosotros. Amén. Aleluya (EG 288).

SERVIDORES DE CRISTO Y DE LOS POBRES


SERVIDORES DE CRISTO Y DE LOS POBRES»
Fidelidad y profecía en diálogo con las periferias  de la pobreza y de la nueva evangelización

XIV CAPÍTULO GENERAL


Cuaderno Personal


HIJOS DE LA DIVINA PROVIDENCIA (DON ORIONE)
           



TODOS EN CAPÍTULO
PARA EL BIEN DE LA CONGREGACIÓN

PRESENTACIÓN

«El Capítulo General es el principal signo de unidad, en la diversidad, de la Congregación y un momento privilegiado de su vida comunitaria». (Const. 138). 
Nos reunimos juntos «para tratar los problemas de mayor importancia relativos a la vida de la Pequeña Obra, para que ésta se mantenga fiel al Evangelio y al espíritu del Fundador» (Const. 138). En estos momentos Don Orione, que permanece siempre como “el Director” de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, estará sin duda con nosotros.
Vivamos este evento como un momento de gracia ofrecido por la Divina Providencia a la Congregación, de modo que «dócil al Espíritu Santo, responda a las necesidades de tiempos y lugares» (Const. 138). Es un paso de gran importancia y responsabilidad porque el Capítulo recoge y elabora orientaciones que influyen sobre el futuro de la Pequeña Obra que, como agregaba Don Orione, “es obra de Dios”, “de la Divina Providencia”. ¡Con qué sagrado respeto hemos de tratar lo que se refiere a la vida de la Congregación! (cfr. 1 Cor 3, 10).
Coloquémonos espiritualmente en el modelo de Pentecostés: reunidos con nuestros miedos y entusiasmos, preguntas e incertidumbres, resignaciones y proyectos; en oración, confiados en Aquel en quien hemos puesto nuestra esperanza, con María nuestra “Madre y celeste Fundadora”, y con Don Orione, "el Director", en cuyo nombre nos reencontramos en el cenáculo capitular de cada comunidad, de las Provincias y de la Congregación.

EL TEMA GENERAL

El título «Servidores de Cristo y de los pobres» expresa bien los trazos esenciales de nuestra identidad personal y apostólica. Está tomado de una definición dada por Don Orione mismo[1] e indica el interés y el objetivo central del 14º CG: la persona del religioso orionista como tal. Se trata de una perspectiva sobre todo “vocacional” referida a la identidad humana, espiritual y apostólica de la persona del religioso orionista y de su vivencia en el contexto cultural y eclesial actual.  
El subtítulo reclama el indispensable dinamismo de nuestro camino de
fidelidad y profecía” dentro del contexto de las “periferias de la pobreza y de la evangelización”. ¿Qué opciones tomar para responder hoy a la invitación del Papa Francisco y de Don Orione que nos quieren “fuera de la sacristía”, para los “desechos de la sociedad” y para “los más pobres y más abandonados”? ¿Qué orientaciones y opciones entre obras de caridad bien organizadas y respuestas pobres a las nuevas pobrezas? ¿Qué equilibrios entre pastoral de los cercanos y nueva evangelización de los “lejanos” y de “aquellos que no van a la Iglesia"?

7 ASPECTOS DE LA VIDA DEL RELIGIOSO

En el CG14 consideraremos la persona del religioso en 7 temas o aspectos determinantes; sobre ellos se concentrará la reflexión y los aportes de los religiosos individualmente y de las comunidades en la primera fase del Capítulo General.  
1.        La humanidad del religioso. 
Se trata de mirar nuestra persona: salud, aspectos psicológicos, de relación, proyectuales, etc. El Capítulo General promueve una renovación común pero a partir de cada religioso en comunión. 
2.        El religioso vive de Dios. 
Vivir en Cristo Jesús, vivir de Jesús, vivir por Jesús, vivir Cristo” (Don Orione); toda la vida del religioso está orientada a Jesús y envuelta en Él. Estamos llamados a tomar opciones para curar el enlace a las fuentes de la vida de Dios de las que desciende luego todo: santidad, relaciones fraternas, fecundidad vocacional, apostolado. 
3.        El religioso identificado en el carisma. 
Deberemos reflexionar y actualizar los modos para poner en el centro de nuestra vida el carisma orionista, fundamento de nuestra fraternidad, dinamismo que nos vuelve contentos y dinámicos, en diálogo y útiles a la Iglesia y al mundo. 
4.        Las relaciones vitales con la comunidad. 
La colaboración se funda en la comunión, sobre el «vinculum fraternitatis». Deberemos poner atención al espíritu de familia y comprometernos en opciones hacia relaciones fraternas simples y auténticas, hacia relaciones participativas, para compartir la vida espiritual y apostólica. 
5.        El religioso en misión: testimonio y servicio.  
El Papa Francisco recuerda a menudo que debemos ser misioneros del Evangelio y no funcionarios de lo sagrado; nos interrogaremos sobre cómo ser pastores del pueblo, con olor de oveja, es decir de los pobres, de los enfermos, de las personas en dificultad y en búsqueda de Dios. 

6.        El apostolado de la congregación don de la Iglesia.
La Iglesia nos quiere como debemos ser, orionistas, nosotros y todas nuestras actividades. Fijaremos la atención sobre los desafíos puestos en las dos líneas apostólicas de nuestra fidelidad orionista: la “especial fidelidad Papa” y el servicio a los “más pobres y más abandonados”, mediante las obras de caridad. 
7.        Hacia las periferias existenciales del mundo
 “Queridos hijos de Don Orione – nos ha dicho Bergoglio / Francisco - ustedes han de ir con el carisma de fundación a las periferias existenciales, allá donde la existencia de las personas es materia de descarte. Allí deben ir ustedes”. Deberemos hacer opciones para ser una “Congregación en salida” en movimiento con una “Iglesia en salida”.

7 ASPECTOS
  


LA CONTRIBUCIÓN AL CAPÍTULO GENERAL

El Capítulo es un proceso que el Espíritu Santo inicia en el corazón de cada hermano despertando responsabilidad, disponibilidad y recursos. Este pequeño cuaderno sirve para ayudar a ofrecer la contribución personal y comunitaria al Capítulo.
A los religiosos a título personal y a las comunidades locales se les pide leer la situación de vida y hacer propuestas de renovación. Se hará también una Encuesta personal, dirigida a los religiosos de modo personal sobre la base de un cuestionario igual para todos, formulado y leído por un equipo de expertos para hacer emerger algunos sentimientos, pensamientos, actitudes y orientaciones más comunes. 
Con este Cuaderno personal, se nos invita y ayuda a recoger algunos apuntes, reflexiones y sugerencias personales, sobre todo para después confrontarlo con los hermanos en lo que podríamos llamar Capítulo de la comunidad. Con el mismo esquema del cuaderno será enviada una relación compartida al Capítulo Provincial.
El Capítulo Provincial se realizará entre noviembre y diciembre de 2015 y por tanto la contribución de la comunidad deberá ser enviado dentro del mes de septiembre. 

SUGERENCIAS PRÁCTICAS 

 La contribución personal al Capítulo. Cada religioso toma en mano el Cuaderno personal de participación al Capítulo. Dedica un tiempo para leer y para hacer el propio discernimiento sobre los 7 aspectos sobre los que se articula el tema del Capítulo. Anota el fruto del propio discernimiento en el Cuaderno: esto ayuda a ser concretos y también a un cierto orden para poder después recoger juntos los aportes de cada uno. Será más fructuoso este trabajo de discernimiento si se realiza en el contexto de un retiro espiritual o de igual modo en una descanso "delante de Dios".
El Capítulo en la comunidad (dentro de septiembre de 2015). Se programa un tiempo - mejor si es continuado y con espacios de oración - para hacer el Capítulo en la comunidad. 
     Se sigue el mismo esquema del Cuaderno personal.
     Cada uno expone y todos escuchan el resultado del discernimiento personal de cada cual. 
     Se abre la reflexión comunitaria tratando de llegar a un consenso y a una priorización sobre algunos puntos para presentar.
     El encargado anota las indicaciones compartidas sobre cada aspecto y luego los pone en orden: este será el aporte o contribución de la comunidad para enviar al Capítulo provincial. 
Nota 1. Otros aportes de los religiosos a título personal al Capítulo pueden ser enviados también directamente y pueden referirse: a) al tema general del Capítulo (Ficha 1), b) a otros argumentos referidos a la vida de la Provincia o de la Congregación (Ficha 2). Estos aportes personales deberán estar redactados según la ficha indicada para favorecer su efectiva utilización. 
Nota 2. Seguir el método. Es siempre el desafío de cada Capítulo General. Siendo tan grande la Congregación, con naciones, situaciones, lenguas y culturas diferentes, siguiendo un método común se evita la confusión y dispersión de los aportes de los hermanos y de las Provincias. La contribución de los hermanos es el punto de partida fundamental del Capítulo que es General no porque lo realizan unos pocos representantes generales, sino porque participan todos los religiosos.
Nota 3. ¿Qué participación de las PSMC, ISO y Laicos? ¿De qué forma pueden involucrarse en las diversas fases del discernimiento? La respuesta la encontramos mirando en el art. 140 de las Constituciones y adaptándolas a las situaciones locales. Sería bueno que cada comunidad consulte a aquellos que puedan dar un buen aporte sobre alguno de los temas que más les compete. Las propuestas para el Capítulo deben ser decididas sólo por los religiosos. 
Nota 4. Algunos subsidios. Se ha preparado un tríptico-icono para exponer en nuestras capillas o en la sala de comunidad, casi como un promemoria del Capítulo; una imagen con la oración por el Capítulo para recitar cada día; algunas fichas destinadas a reflexionar especialmente sobre la Encíclica Evangelii Gaudium y sobre el texto “Almas, almas” de Don Orione del que se ha extraído el tema del 14° Capítulo General.  
Por ahora tenemos lo necesario para comenzar bien el camino. Pongámonos humildes y sencillos en la presencia del Señor con la disponibilidad para reconocer y proponer aquello que, delante de Él, veamos útil para el bien común.
¡Ave María y adelante hacia el Capítulo General de 2016! 
                                         
   Don Flavio Peloso FDP
                                                                                     Superior General
    
1. LA HUMANIDAD DEL RELIGIOSO

“¿Dónde estás?” (Gen 3,9)


¡Adán eres tú! Es a ti a quien Dios se dirige preguntándote: "¿Dónde estás?", "¿Cómo estás?", "¿Qué esperas?". "¿Estás contento con tu vida?". "¿Te sientes realizado como persona?". El Papa Francisco nos invita a no tener miedo “de demostrar el gozo de haber respondido a la llamada del Señor”, a no estar tristes, “con cara larga… con cara de «pepino en vinagre»”; y nos recuerda que “esta es la belleza de la consagración: es la alegría, la alegría” [2]. Miremos a nuestra propia persona: salud, aspectos psicológicos, de relación, de proyectos, etc. Miremos a nuestra confianza y a nuestra actitud hacia el futuro[3]. 
La Congregación está hecha por personas. El Capítulo General promueve una renovación común, pero partiendo de la persona de los religiosos en comunión. 
Las fragilidades forman parte de nuestra humanidad, tocan a los religiosos, a las comunidades y a la Congregación; han de ser asumidas con compasión espiritual y práctica, como una ocasión para evangelizar nuestra propia vida.

ü  ¿Me siento bien en cuanto persona? Algunos indicadores: la buena conciencia de mí mismo y de mi historia, el gozo de la consagración, la confianza en el futuro, la capacidad de amar, la sensibilidad hacia los hermanos de comunidad y en el apostolado, las relaciones responsables y serenas [4], la pasión apostólica, la unificación interior en Cristo. 

ü  ¿Tenemos en cuenta los dones y los límites para contar con ellos en el camino, tratando de desarrollar los primeros y de superar los segundos?




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2. EL RELIGIOSO VIVE DE DIOS

Caritas Christi urget nos” (2 Cor 5,14)


Es la mirada y el contacto habitual con la «fuente» y el «alba del primer amor» que ha llenado y alimenta hoy la vida, “a un Tú que nos llama por nombre”[5], para ser «persona-vasija» de Dios[6]. 
Vivir en Cristo Jesús, vivir de Jesús, vivir por Jesús, vivir Cristo” (Don Orione); toda la vida de un religioso está orientada a Jesús y se centra en Él. «Cuanto más te unes a Jesús, más Él se vuelve el centro de tu vida, más te hace Él salir de ti mismo, te descentra y te abre a los otros» [7]. 
La consagración no es un medio para garantizar la funcionalidad de los servicios en las obras y las instituciones eclesiales, sino que es el contenido fundamental de la misión de los consagrados, porque la vida religiosa es sequela Christi e imitatio Christi; es la “memoria viviente del modo de existir y de actuar de Jesús como Verbo encarnado”[8]; representa, en la medida de lo posible, “la forma de vida, que el Hijo de Dios tomó cuando vino al mundo[9]. No somos ni mejores ni peores que los otros, somos diferentes si vamos directamente a la fuente de la vida: la vida de Dios, imitando a Jesús célibe, pobre y obediente por el Reino de los Cielos.[10] 

ü ¿Cómo va la vital unión a las fuentes de la caridad de Dios de las que desciende después todo el dinamismo de Dios en nosotros, en las relaciones fraternas, en la fecundidad vocacional, en el apostolado, en el camino de renovación? ¿Es fuerte en nosotros el sentido de especificidad y de belleza de nuestra vocación? ¿Qué opciones personales y comunitarias podemos hacer?





     
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3. EL RELIGIOSOS IDENTIFICADO EN EL CARISMA

Cada uno tiene el propio don de Dios” (1Cor 7,7)

Somos “como una familia en Jesucristo[11] y unificados entre nosotros por el mismo carisma que alimenta nuestra pertenencia, nuestra identidad y nuestra misión como cristianos y religiosos. “Ser orionistas, es decir vivir el espíritu de Don Orione, es un acto de amor a Jesús de donde viene y a donde llega el carisma. Es también acto de amor a la Iglesia; ella misma nos pide ser «orionistas» porque el carisma es un don para la Iglesia, la enriquece y la embellece. Y es además acto de amor a Don Orione : «No quien dice Don Orione, Don Orione, sino quien vive su espíritu…» es hijo, discípulo”.[12].  El carisma de la Congregación, en cuanto valor específico del Evangelio, ha de ser continuamente puesto en el centro de nuestra vida mediante el estudio de Don Orione y de las Constituciones. Para vivir hoy las inspiraciones, lo que se nos pide y no simplemente repetir las respuestas ya dadas; sólo así podremos estar hoy en diálogo y ser útiles a la Iglesia y al mundo.  
 
ü  ¿Cómo asumir y manifestar mejor y con más coraje nuestra identidad carismática? 
ü  ¿En qué medida es fuerte el sentido de pertenencia, la identificación, el estilo personal, comunitario y apostólico inspirados en el carisma orionista? ¿Cómo alimentar y encarnar el espíritu de familia? ¿Cómo se manifiesta el sentido de pertenencia a la Provincia y a la Congregación que es un indicador seguro de vitalidad y de fecundidad vocacional?  
ü  Pastores dabo vobis 31 afirma que “los sacerdotes, que pertenecen a órdenes y a congregaciones religiosas son una riqueza espiritual para el completo presbiterio diocesano, al que ofrecen su contribución de específicos carismas y de ministerios cualificados”. Mi servicio y ministerio, también sacerdotal, ¿tiene la forma y la dinámica del carisma orionista?







   
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4. LA RELACIÓN VITAL CON LA COMUNIDAD
Todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gal 3,28)


En la Iglesia, las comunidades religiosas son “casa y escuela de comunión”[13]. ¿Qué significa esto en concreto? Antes de programar la colaboración común es necesario promover una espiritualidad de comunión, haciéndola surgir como principio educativo en las relaciones. “No nos hagamos ilusiones: sin este camino espiritual, de bien poco servirían los instrumentos exteriores de la comunión. Se volverían instrumentos sin alma, máscaras de comunión más que sus vías de expresión y de crecimiento”[14].
La comunión en la comunidad religiosa es fruto de vocación y de relación con Dios: si se atenúa la relación con Dios, si se rompe el «vinculum fraternitatis», porque nuestras comunidades, antes de ser una construcción humana , son un don del Espíritu. “De hecho es en el amor de Dios difundido en los corazones por medio de Espíritu en donde la comunidad religiosa tiene su origen y en ese amor es constituida como una verdadera familia reunida en el nombre del Señor”[15]. 
“¿Como sabéis vosotros si sois fieles a vuestra vocación?”, decía Don Orione. “Si una persona quiere medirse la temperatura, la fiebre, se pone el termómetro. Tendrá que haber algún termómetro para saber regular si somos fieles a la Santa Regla, a la santa vocación. El termómetro lo hay: es la vida de comunidad”[16].
ü  ¿Cómo va el equilibrio entre vida comunitaria y vida apostólica? La vida fraterna es condición y contenido del apostolado? ¿Hay alguna opción que hacer en comunidad y en la Congregación?
ü  La unión comunitaria se alimenta con el espíritu de familia, con relaciones fraternas simples y auténticas, con la corrección y promoción fraterna, con relaciones participativas, con el compartir la vida espiritual y apostólica. ¿Tenemos instrumentos formativos que valorar: proyecto comunitario, lectio divina, encuentros comunitarios, retiros…? ¿Qué otras opciones institucionales y personales asumir para hacer mejorar la comunidad que nos haga crecer? 
  
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5.    EL RELIGIOSO EN MISIÓN: TESTIMONIO Y SERVICIO
La primera comunidad cristiana…gozaba de la simpatía de todo el pueblo y el
Señor cada día agregaba a la comunidad a los que eran salvados” (Hch 2,42-48).

El Papa Francisco nos recuerda a menudo que debemos ser misioneros del Evangelio y no funcionarios de lo sagrado; debemos ser pastores de pueblo y con olor de oveja, sobre todo de los pobres, de los enfermos, de las personas en dificultad y en busca de Dios17. 
El religioso, en cuanto discípulo de Cristo y hombre de Dios, está constituido como «testigo» de la vida nueva según el Evangelio y consecuentemente, “pastor, profeta, animador y formador, garante del carisma18. 
“La caridad no es para la Iglesia una especie de actividad de asistencia social que podría incluso dejarse a otros, sino que pertenece a su naturaleza, es expresión irrenunciable de su misma esencia”19. De modo que la nuestra ha de ser "una acción que sabe de eternidad y de divino”. Debemos estar ‘impregnados de la caridad suavísima de Nuestro Señor’ mediante una vida espiritual auténtica y santa.20
ü  La vida personal, la comunidad y la organización del apostolado ¿están alimentadas y alimentan la autenticidad del testimonio? 
ü  La dicotomía entre autenticidad de vida y actividad caritativo-pastoral frustra la eficacia apostólica (DCE 42). ¿Cuáles son los nuevos desafíos de nuestro apostolado caritativo? 
ü  ¿Qué opciones tomar para superar la fractura entre "espiritualidad" y "servicio", entre "servicio" y "evangelización"?
ü  ¿Cómo traducir en la práctica la nostalgia y el deseo de relaciones más directas entre religiosos y personas a las que estamos destinados, entre religiosos y obras, reaccionando ante la inflación institucional y virtual de las relaciones?
                                                 
17
 Cfr Evangelii gaudium, 24.
18
 Cfr XIII CG, linea de acción 20. “Los consagrados y consagradas, aún desarrollando muchos servicios en el campo de la formación humana y del cuidado de los pobres, en la enseñanza o en el cuidado de los enfermos, saben que el objetivo principal de su vida es «la contemplación de la verdad divina y la constante unión con Dios» (can. 663, § 1). El don esencial que la Iglesia espera de la vida consagrada está mucho más en el orden del ser que del hacer” (Benedicto XVI, Sacramentum caritatis [22 de febrero de 2007], 81.
19
 Deus caritas est, 25.  20
 El Papa Benedicto XVI nos ha dicho a los orionistas: “Las obras de caridad, sean como actos personales o como servicios a las personas débiles ofrecidos en grandes instituciones, no pueden nunca reducirse a gestos filantrópicos, sino que deben permanecer siempre como tangibles expresiones del amor providente de Dios. Para hacer esto - recuerda Don Orione - se necesitaimpregnarse de la caridad suavísima de Nuestro Señor’ mediante una vida espiritual auténtica y santa. Solo así es posible ‘pasar de las obras de caridad a la caridad de las obras, porque - añade vuestro Fundador - incluso las obras, sin la caridad de Dios... de nada valen’ ”.

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6. EL APOSTOLADO CONGREGACIONAL DON A LA IGLESIA
A cada uno se le ha dado una manifestación particular del Espíritu  para la utilidad común (1Cor 12,7).
“Es la Iglesia quien nos quiere como auténticos orionistas , nosotros y nuestras parroquias, ¡orionistas nuestras escuelas, orionistas nuestras obras de caridad, orionistas nuestros laicos y nuestros jóvenes! ¡Orionistas! Estamos para esto. El carisma es la razón y la modalidad por la que existe la Congregación misma. Cada carisma ha sido suscitado para el bienestar de la Iglesia: o existe "ese bien" donado por el Espíritu o no habrá función y no habrá futuro”21. “Se vuelve ventaja para la Iglesia misma que los institutos tengan su propia fisonomía y su propia función” 22.
Hoy, en una cultura líquida, incierta y fluida, que desmorona la identidad, ponemos la atención en dos líneas de nuestra fidelidad y pertenencia orionista. 
1. “Unir al Papa para instaurare omnia in Christo es lo propio de nuestra vocación”23. Ya Don Orione tuvo que afrontar “la objeción, que se ha hecho y que se hará acaso en el futuro contra el instituto, por su universalidad en el ejercicio de las obras de misericordia” y por tanto también sobre “su singularidad entre todos los demás institutos religiosos”. Don Orione afirma que el instituto “tiene sólo una obra determinada”, y ésta es “la santificación de sus miembros, con el esparcir en el pueblo cristiano un amor dulcísimo al S. Padre.24 
ü  ¿Cómo vivir una “especial” y no genérica “fidelidad al Papa”? ¿Cómo converger cada actividad de la Congregación al propósito papalino-eclesial?  2.  Nosotros somos para los pobres, más aún para los más pobres y abandonados”, como decía Don Orione, para “Aquellos que tienen protección de otra parte, para ellos ya hay providencia de los hombres, nosotros somos de la Providencia Divina”.25  
ü  ¿Cómo poner en práctica en las situaciones de hoy esta particularidad carismática que cualifica nuestra identidad y nuestra misión? ¿Cómo equilibrar las obras de caridad de “primeros auxilios” con aquellas de “promoción humana especializada”, las grandes instituciones caritativas y escolares con las “nuevas respuestas, ágiles y ligeras, menos institucionalizadas”? 26.
                                                 
21
 F. Peloso, Vocación y vocaciones. La pastoral juvenil-vocacional, 28 de agosto de 2007.
22
 Perfectae caritatis, 2. Don Orione fijó su carisma en el binomio “Papa – Pobres” o también “papalinidad – caridad”. El IV voto de “especial fidelidad al Papa” de los Hijos de la Divina Providencia y de “caridad” de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad son las expresión canónica de las dos caras del mismo carisma. 
23
 Plan y programa de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, 1903; Lettere I, 17-18. 24
 Scritti 72, 185. 25
 Spirito di Don Orione I, 36; II, 71; , 107; Scritti 108, 55; F. Peloso, Circular “Quede bien determinado que la Pequeña Obra es para los más pobres” del 24 de maya de 2010.
26
 XII CG, «Misiones»: Orientaciones, n. 7.
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7. HACIA LAS PERIFERIAS EXISTENCIALES DEL MUNDO
“Jesús… sintió compasión, porque estaban cansados y fatigados,  como ovejas que no tienen pastor” (Mt 9,36).

 “Queridos hijos de Don Orione, ustedes deben ir con el carisma de fundación a las periferias existenciales, allá donde la existencia de las personas son materia de descarte. Ustedes saben que están en este sistema que es mundano, paganizado: están aquellos que sí caben y aquellos que sobran; los que no caben en el sistema sobran, y los que sobran son descartados (descartables). Estas son las fronteras existenciales. allí han de ir ustedes. ¿O tal vez quieran ir con los satisfechos, con las personas bien establecidas, con aquellos a los que nada les falta? No, a las fronteras existenciales”[17]. 
ü  La invitación del Papa Francisco a “ir a las periferias existenciales” corresponde al “fuera de la sacristía” de Don Orione; el concepto de “descartables” del Papa es muy similar a aquel de “abandonados/ desamparados” de nuestro Fundador. ¿Qué opciones para revivir hoy el movimiento hacia “los más pobres y abandonados”?
  “Debemos ir y caminar con los tiempos y a la cabeza de los tiempos y de los pueblos... entonces quitaremos el abismo que se va creando entre el pueblo y Dios, entre el pueblo y la Iglesia”;[18]debemos ser los vanguardistas de la Iglesia”[19], ir donde otros no van”, con audacia apostólica”, con “espíritu de primeros auxilios”. Una palmera no da bananas en Polonia, una vid no madura en Costa de Marfil, la Pequeña Obra no se desarrolla en la retaguardia sino en “primera línea”.
ü  ¿Somos una Congregación “en primera línea” en relación a la pobreza, con los problemas de la gente, de la sociedad y con el compromiso de evangelización según el impulso de Don Orione? 
ü  ¿Qué opciones tomar para modernizar en adelante la relación entre las obras tradicionales y las nuevas pobrezas, entre la pastoral de los cercanos y la nueva evangelización de los  “alejados”, de “aquellos que no van a la Iglesia”?
    Notas sobre la situación  
  
















   

Sugerencias para mejorar


















Para enviar a la Secretaría Provincial FICHA 1:
PARA OTROS APORTES SOBRE EL TEMA GENERALE
(que no estén comprendidos en los 7 aspectos)


Apellido:_________________________    Nombre:______________________  
Provincia:________________________________________________________
  Nuestra situación:













   Sugerencias para mejorar:














Para enviar a la Secretaría Provincial FICHA 2:
PARA APORTES PERSONALES SOBRE OTROS TEMAS
(que no estén comprendidos en el tema general)

Apellido:___________________________ Nombre:______________________  
Provincia:______________________________________________________
     Objeto (Título):



     Propuesta:












     Motivación:














ORACIÓN POR EL CAPÍTULO GENERAL


Padre bueno y providente, queremos llevar muy dentro de nosotros el tesoro divino de tu Caridad que impregne todas las capas sociales, espíritus contemplativos y activos, siervos de Cristo y de los pobres.
Jesús, Redentor nuestro,
que desde la Cruz derramas tu Divina Sangre para la salvación de las Almas, concédenos estar encendidos de fe y caridad, de abrir mucha gente a un mundo nuevo y divino, de plegarnos con caritativa dulzura a la comprensión de los pequeños, de los pobres, de los humildes.
Espíritu Santo, fuego de amor, infúndenos tanto esplendor de luz, tanta vida de amor de Dios y de los hombres que todos sintamos la llama que arde en nuestro corazón y haga que nos encontremos con Dios y con Cristo.
Virgen María,
Madre y celestial fundadora,
mira a esta Congregación que es tuya desde el inicio; te confiamos nuestras intenciones y los compromisos del 14° Capítulo General.
San Luis Orione, ruega por nosotros


[1] El texto de referencia más amplio, del que se ha tomado el título, es una de las más bellas y famosas páginas de Don Orione. Se trata de Apuntes personales, fechados el 25 de febrero de 1939. En estos Apuntes Don Orione ha hecho una consigna de la propia vida, de los propios ideales, del propio carisma a los discípulos. En ellos está contenido el famoso “cántico de las Almas” y los puntos fundamentales de la antropología orionista en sus aspectos humanos, espirituales y apostólicos. Los Apuntes de Don Orione se extienden en varios folios y están recogidos en Scritti 57, 103 – 104 (a-d); fueron publicados y comentados en Sed de almas. Una pieza de Don Orione comentada por fray Filiberto Guala, “Messaggi di Don Orione” n.10, 1972.   
[2] Encuentro con los seminaristas, novicios y novicias. Aula Pablo VI, Sábado, 6 de julio de 2013.
[3] "Deber y belleza de nuestra vocación religiosa es tender a la perfección, convencidos de que eso significa darse a Dios en serio" (Const. 14), por eso somos “los pimeros interesados en una formación cuidada en cada etapa de la vida religiosa” (Const. 82), porque “la vida no es un simple producto de las leyes y de la casualidad de la materia, sino que en todo y contemporáneamente sobre todo hay una voluntad personal, hay un Espíritu que en Jesús se ha revelado como Amor” (Spe salvi, 5). Igualmente nuestro “amor no está nunca «concluido» ni completo; se transforma en el curso de la vida, madura y por eso mismo permanece fiel a si mismo (Deus caritas est, 17). “Non progredi, regredi est”.
[4] Cfr  Const. 21.
[5] Lumen fidei, 8.
[6] Evangelii gaudium, 86.
[7] Rallegratevi, cfr nota 29. “Cuando falta la mirada de fe, la vida pierde gradualmente sentido, el rostro de los hermanos se hace opaco y es imposible descubrir el rostro de Cristo, los acontecimientos de la historia se vuelven ambigüos cuando no privados de esperanza” (Ripartire da Cristo, 25).
[8] Vita consecrata, 20.
[9] Lumen gentium, 44.
[10] Fil 2,5; Vita consecrata, 18.
[11] Const. 59.
[12] F. Peloso, Circular Vocación y vocaciones. La pastoral juvenil-vocacional, 28 de agosto de 2007.

[13] Juan Pablo II, Carta apostólica Novo millennio ineunte (6 de enero de 2001), n. 43.
[14] Ibidem, 43.
[15] Vida fraterna en comunidad, 8. “Para presentar a la humanidad de hoy su verdadero rostro, la Iglesia tiene la necesidad urgente de comunidades fraternas, que con su misma existencia constituyen un aporte a la nueva evangelización, porque muestran de modo concreto los frutos del «mandamiento nuevo»” (Vita consecrata, 45).
[16] Parola, 12 aprile 1918.
[17] Jorge Mario Bergoglio, Videomessaggio, Buenos Aires, 9 de novembre de 2009. “Las familias religiosas han nacido para inspirar caminos nuevos, ofrecer recorridos innovadores o responder ágilmente a necesidades humanas y del espíritu. Puede acontecer a la vida consagrada que pierda su relieve, la audacia carismática y la parresía evangélica, por estar atraída por luces extrañas a su identidad” (Scrutate 14-15). 
[18] Scritti 20, 97b; Lettere I, 251.
[19] Parola 21.3.1938; VIII, 219.